viernes, 2 de mayo de 2014

Banco Ceiss se vuelve muy profesional

El nuevo consejo supone un giro respecto a los antiguos órganos de las Cajas, llenos de políticos, sindicalistas y empresarios sin experiencia suficiente.


    Manuel Arzuaga

Cuatro años después de que las Cajas de Ahorros confirmaran su derrumbe y de que los poderes públicos -Estado y Junta- se dieran cuenta -demasiado tarde- de que era necesario despolitizar y profesionalizar sus órganos de gobierno, la principal entidad financiera con raíces castellano y leonesas tendrá finalmente un Consejo de Administración profesionalizado casi al cien por cien, aunque sea por obra y gracia de Unicaja. Ésta es una de las lecturas de lo sucedido en la Junta General de Accionistas que las antiguas España-Duero celebraron el miércoles en Madrid ya como filial de la andaluza, que ejerció como tal para crear un nuevo órgano de Gobierno compuesto por personas con experiencia de «su» casa y con el fichaje de María Luisa Lombardero como nueva consejera delegada de Ceiss relegando así a Evaristo del Canto a un tercer escalón en el que en la cima -aunque sin poder ejecutivo- se sitúa Manuel Azuaga, a la sazón consejero delegado y vicepresidente del banco que ya controla desde el sur lo que suceda en las dos ex cajas con sedes en León y Salamanca.

Estos dos nombres y las otras seis incorporaciones de «expertos» contrastan con los nombres que han venido ocupando en los últimas décadas los sillones de los distintos consejos de las cajas en Castilla y León -también fuera-. Políticos de retirada y sin la necesaria formación, representantes de los sindicatos y empresarios, en muchos casos vinculados a la construcción, eran clara mayoría junto a representantes de los clientes y de los fundadores de las cajas. Esta situación, criticada especialmente en el comienzo de la crisis, provocó incluso denuncias que aún se siguen investigando. Entre ellas, la que estudia si Santos Llamas aprovechó su cargó de presidente y consejero de Caja España para conseguir -y no pagar- más préstamos de lo debido, o la que se instruye para comprobar si los consejeros de Caja Segovia no tuvieron la diligencia suficiente cuando dieron el visto bueno a las prejubilaciones y pensiones del equipo directivo. Precisamente el mayor control y coordinación con la alta dirección de la entidad es otra de las ventajas de un Consejo tan profesionalizado.

Fue a finales de 2010 y después de la enésima modificación de la Ley de Cajas nacional cuando la Junta aprobó un decreto para empezar a despolitizar los consejos. Ya era tarde, pero es que además la norma no tuvo efectos inmediatos. Los procesos de fusión que vivían la mayoría impidió que se «reconvirtieran» con celeridad. En aquella ocasión el objetivo era evitar incompatibilidades entre algunos miembros de los consejos y su labor profesional, además de reducir la presencia de consejeros elegidos por los ayuntamientos. Un año después, otra nueva norma fruto de los cambios regulatarios del Gobierno impulsaba ya la profesionalización definitiva de unas Cajas agonizantes con la exigencia de que los miembros del principal órgano de gobierno de estas entidades tuviera una experiencia acreditada. Sin embargo, en algunos casos los procesos ya finalizados hacía innecesarios los cambios, mientras que en las antiguas España-Duero era precisamente el «inminente» acuerdo con Unicaja -luego retrasado- lo que les dio una prórroga que ya se eternizó hasta que la Caja acabó de morir ya con varios consejeros dimitidos por diferencias con el hasta el jueves presidente, Evaristo del Canto. Ni siquiera el Consejo del Banco Ceiss, que convivió con el de la Caja y que fue creado por la obligada «conversión» de España-Duero, respetaba al completo las directrices nacionales y regionales. Formado por cinco miembros, al menos dos de ellos -que representaban la cuota territorial de León y Salamanca- no tenían la experiencia recomendada, aunque ambos continúan en el nuevo órgano de gobierno.

Otra cosa es el gasto que supondrá contar con profesionales en el Consejo y del que aún no se ha informado. De hecho, la lógica indica que varios de ellos tendrán un sueldo fijo bastante elevado -tanto Del Canto como Lombardero, especialmente- mientras que el resto volverán a cobrar las dietas -y en mucha mayor cuantía- que sus antecesores en España-Duero renunciaron en los últimos momentos de vida de la Caja regional.

Villarrubia: «Que acierten»

Ayer, las reacciones tras conocerse los miembros del nuevo Consejo no se hicieron esperar. Así, el secretario general del PSCyL-PSOE, Julio Villarrubia, demandó a los nuevos responsables de Ceiss que «acierten» en las decisiones que tomen y que «no dejen en el olvido» a Castilla y León al tiempo que lamentaba que «no tendrá el músculo financiero» diseñado hace años. Más negativa fue la visión del líder de Izquierda Unida, José María González, quien calificó de «lápida definitiva a los ahorros» de Castilla y León la renovación del órgano de gobierno de Ceiss. Asimismo, denunció que la pérdida de la entidad dejará a Castilla y León sin un sistema que financie a las familias y a las pequeñas y medianas empresas. No obstante, confió en que los cambios en la dirección permitan mantener los «pocos» empleos de los antiguos trabajadores de Caja España-Duero. Mientras, el secretario provincial de CC.OO. en León, Ignacio Fernández, aseguraba ayer que los cambios realizados en la dirección del banco le parecen «muy mal» y auguró que «nunca» se volverá a «vivir la etapa» de las cajas de ahorros como un «banco cercano y del barrio».

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