DIEGO G. TABACO Unicaja ya ha comenzado a planificar la manera de acometer los ajustes que Bruselas obligó a llevar a cabo en Ceiss para desbloquear la operación y otorgarle más dinero público, un requisito de obligado cumplimiento de los exigidos por Braulio Medel, presidente de la entidad andaluza. Los sindicatos, que se posicionaron frente al nuevo ERE muy tímidamente antes de que se cerrara la fusión, han decidido plantar cara ahora y recuerdan que Unicaja se encuentra entre las entidades más solventes del sistema financiero español, razón por la cual, argumentan, deben buscarse alternativas ante el ERE.
En esta línea la sección sindical de UGT en la entidad regional argumenta que "ha tenido conocimiento de la existencia de 500 millones de euros de plusvalías en la cartera de deuda pública" de Unicaja. En este sentido y "dada la excelente coyuntura actual de los mercados" el sindicato ha trasladado a la dirección de Unicaja que proceda a la venta de deuda pública "aplicando los beneficios a la devolución de las ayudas recibidas por el banco". En otras palabras, UGT ha pedido a Unicaja que devuelva parte del dinero público recibido para cerrar la operación para, de esta manera, dejar sin efecto las medidas impuestas por Europa. Una maniobra que, dicen distintas fuentes, tiene pocas perspectivas de prosperar.
Así, dice UGT, las "imposiciones" del Term Sheet 2, que incluían despidos adicionales del 5% sobre el ERE ya realizado en mayo del año pasado, "no habría que realizar" más despidos forzosos.
Los sindicatos también tienen en su punto de mira a los cargos importantes de la entidad. Prescindir de sus servicios sería "otra excelente idea para garantizar el futuro de la entidad". Esta vía plantea "apartar definitivamente de la gestión" de la entidad a los dirigentes de la misma ya que, argumentan, la mayoría sigue en el Consejo de Administración de la entidad una vez culminada su absorción por parte de Unicaja. "Incomprensiblemente", afirman desde la sección bancaria de UGT, "continúan dirigiendo los destinos del banco" las mismas personas que, con su dirección, lo han llevado a la situación actual.
UGT no ha sido el primer sindicato en alarmarse ante la que será, salvo que el escenario cambie drásticamente, una nueva oleada de recortes para sanear el que fue el "músculo financiero" de la comunidad autónoma. Hace unos días Comfia, la sección que se encarga de los trabajadores de entidades financieras de CC OO, puso de manifiesto el nerviosismo que existe en el seno de la plantilla de la entidad. Los empleados, argumentaban desde Comisiones Obreras, tienen derecho a una "información veraz" sobre su futuro porque, recuerdan, en estos momentos se están tomando decisiones que les afectan "personalmente". CC OO, al contrario que UGT, no centraba sus aspiraciones en paralizar el ERE si no en que no haya "ni un solo despido forzoso más". Piden, por tanto, que se incentiven las prejubilaciones para adelgazar la plantilla de la entidad, algo que ya dan por asumido. A esto hay que sumar, aunque no afecte en la provincia al no haber oficinas de Unicaja, que Medel quiere llevar a cabo un plan para recortar un 20% los costes salariales de la entidad malagueña. En este punto los sindicatos también piden prejubilaciones.
Las medidas que tendrán que llevarse a cabo fueron publicadas hace meses por el FROB y su puesta en marcha comenzará a partir de enero. Así, el volumen máximo de la cartera crediticia se reduce un 10% adicional, el tamaño máximo del balance se reducirá un 15% adicional, la ratio objetivo de préstamos sobre depósitos será un 10% inferior a la prevista inicialmente en las regiones de principal actividad de Ceiss, la reestructuración organizativa incluirá el cierre de un 5% más de oficinas y se mantendrá la disminución de plantilla prevista hasta el 31 de diciembre de 2014, si bien se realizará una reducción adicional del 5% antes del 31 de diciembre de 2016. Se antoja que saldrán de la entidad cerca de doscientos empleados.
Fuente de datos: laopiniondezamora.es
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