viernes, 27 de febrero de 2015

Caja Madrid (hoy Bankia) pasó bajo gestión de Miguel Blesa de ser entidad modélica a convertirse poco a poco en un solar con un abrevadero del que bebían políticos, amigos o empresarios


Caja Madrid (hoy Bankia) pasó bajo gestión de Miguel Blesa de ser entidad modélica a convertirse poco a poco en un solar con un abrevadero del que bebían políticos, amigos o empresarios

Rodrigo Rato, expresidente de BAnkia durante su comparecencia en el Parlamento catalán
Antes de que se acometieran las reformas financieras en nuestro país, la antigua Caja Madrid (hoy Bankia) era la cuarta entidad financiera de España detrás del Banco de Santander, BBVA y la Caixa. Pero, desgraciadamente, todo cambió de forma radical hasta que en el año 1996 llegó Miguel Blesa a su presidencia. La verdad es que entre la gestión de Miguel Blesa y la llegada de la crisis por el estallido de la burbuja inmobiliaria, la entidad antes modélica se convirtió poco a poco en un solar con un abrevadero del que bebían políticos amigos, empresarios amigos, sindicatos, etc. Lo hemos podido comprobar bien con el escándalo de las tarjetas black. 
Desde la presencia de Blesa hasta ahora con Goirigolzarri al frente, Bankiaha ido de mal en peor desencadenando tres gravísimos expolios contra los ciudadanos españoles a lo largo de varios años. Por lo que casi se puede decir que Bankia ha sido para los ciudadanos de España un fraude a tres bandas.
1.- En primer lugar, por las preferentes
Todo comenzó durante la crisis. Los directores, subdirectores y empleados de las oficias donde los clientes de la entidad tenían sus ahorros en forma de un deposito a plazo fijo, un fondo de inversión de renta fija de bajo riesgo, empezaron a ofrecer un “interesante” producto: las participaciones preferentes, que ofrecían mucho más rendimiento que un depósito normal. Al preguntar el cliente si este producto era seguro, se decía que no había nada de qué preocuparse. 
Años después se ha sabido que Caja Madrid ponía a la venta este producto con premeditación y alevosía, a sabiendas de que era el timo de la estampita con una letra pequeña diabólica para expoliar a los clientes, especialmente los más indocumentados financieramente hablando. Algún director de sucursal sabiendo lo que tenía entre manos se negó a difundirlo entre sus clientes siendo decapitado al instante por la sede central con Miguel Blesa a la cabeza.
2.- En segundo lugar, por la salida a Bolsa.
Con la salida a bolsa de Bankia, entidad resultante de la fusión fría de varias cajas de ahorros incluida Caja Madrid, se presentó el segundo fraude. 
Se acercaba una segunda recesión y, como no, era el momento adecuado para la salida a bolsa. La entidad acordó con compañías amigas inversoras el precio final de salida de la acción. A los afectados preferentistas se les invitó a canjear sus preferentes en acciones y así mitigar un poco su preocupación por no poder recuperar la totalidad de su inversión inicial. Los directores de sucursal decían lo mismo, era un precio estupendo, la crisis ya ha terminado, la acción subirá, luego usted las vende y recupera su inversión de las preferentes y con beneficios. El plan era perfecto, campanazo de salida y a bolsa en julio de 2011. Los primeros meses hubieron ciertos altibajos tal como estaba previsto. A partir de febrero de 2012 los grandes inversores amigos vendieron todo lo que tenían con el desplome progresivo de la acción hasta valer unos pocos céntimos un año después. El resultado final fue el mismo que con las preferentes, el desplume total del infortunado e indefenso accionista.
3.- Y, en tercer lugar, el rescate público.
El tercer fraude de Bankia fue el rescate a la entidad a costa de los contribuyentes, la friolera de 22.424 millones de euros entre el rescate europeo y el nacional. En los Estados Unidos llevan 200 años viendo quiebras de bancos, unos más potentes y otros menos potentes. El contribuyente español, por cierto bastante asfixiado ya con los impuestos, se queja, y con razón, de tener que sufragar los pésimos derroches de esta entidad.
Fuente de datos: abc.es

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