Los preferentistas de Ceiss plantan cara ante «la mayor indefensión del sistema»
Denuncian que con la propuesta de Unicaja «desaparecen» otros 522 millones.
maría j. muñiz | león 16/08/2013
«Han querido dejar la pelota en el tejado de los ahorradores, y que tengamos que aceptar las exigencias de Unicaja. Pero ya no le podemos decir más claro al Gobierno que estamos dispuestos a plantar cara hasta el final. Sólo nos dejan la opción de la vía judicial, pero confiamos en la justicia». Las plataformas de afectados por los productos híbridos de Banco Ceiss lamentan que las autoridades económicas les hayan dejado en una especie de limbo jurídico, en el que no pueden acogerse a las medidas previstas para las entidades nacionalizadas pero no tienen otra salida no ya para intentar recuperar su inversión, sino para hacer líquido siquiera el resultado de las quitas aplicadas hasta el momento. Una situación que definen como la de «mayor indefensión de todo el sistema financiero español».
Los hoy titulares de bonos contingentes convertibles (cocos), antes participaciones preferentes y deuda subordinada, se mueven en la indefinición sobre su presente y especialmente sobre su futuro. La última propuesta de Unicaja para reconvertir los productos ya canjeados en Ceiss ha sido la gota que ha colmado la paciencia de los ahorradores.
Explican que Unicaja tiene un capital social de unos 800 millones de euros, que puede aumentar hasta un total de 1.081 millones. El 26%, el máximo del capital que podrán tener los minoristas de Ceiss, son 281 millones de euros. Sin embargo, una vez ejecutadas las quitas en las ex cajas de la Comunidad los propietarios de preferentes y deuda subordinada tienen 803,47 millones de euros (casi 207 menos de los invertidos inicialmente).
Cuentas que no salen
A las plataformas no les salen las cuentas. «La propuesta de Braulio Medel quiere decir que nos piensan robar otra vez un 75% del dinero que nos queda a todos».
El caso es que los preferentistas de Ceiss han quedado atrapados en tierra de nadie entre las diferentes soluciones que se están aplicando en el resto de las entidades financieras. El Gobierno sólo les deja la vía judicial (a la que está previsto que acudan de manera inmediata hasta 12.000 afectados sólo en la provincia de León) para defender sus ahorros y demostrar la irregularidad de la comercialización de los productos. Para defender su argumento de que la venta de híbridos fue una estafa y que ellos, «pequeños ahorradores, no inversores», no deben pagar los platos rotos de la crisis financiera.
Otras soluciones
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se ha negado a abrir un nuevo proceso de arbitraje como los establecidos para las tres entidades nacionalizadas (Bankia, Catalunya Banc y NCG). Y el Gobierno se cierra a realizar una nueva nacionalización con Ceiss, tras los quebraderos de cabeza y el coste que les han supuesto las otras tres.
Los ahorradores de la Comunidad no pueden acudir al Fondo de Garantía de Depósitos para obtener liquidez, aunque sea a cambio de pérdidas; ni a la Bolsa como el caso de Bankia, ni al arbitraje para intentar recuperar la totalidad de su inversión. Y Ceiss es una entidad insolvente que no puede sobrevivir en solitario. Bruselas obliga a sus «accionistas» a compartir la carga del desastre en la gestión y la inyección de ayudas públicas para reflotarla.
El Gobierno ha decidido forzar la solución a través de una absorción por Unicaja interminable y lleva de tropiezos. La última propuesta de la entidad malagueña supone en la práctica, según los asesores de los preferentistas, que se evaporen otros 522 millones de euros de sus ahorros. Habrían «desaparecido» entonces 729 millones de la inversión inicial de los pequeños ahorradores de Caja España-Duero.
Los 470.000 afectados de las tres entidades intervenidas pueden solicitar el arbitraje para recuperar el 100% de su inversión. Los casi 37.000 de Ceiss deberán acudir a los tribunales.
Los hoy titulares de bonos contingentes convertibles (cocos), antes participaciones preferentes y deuda subordinada, se mueven en la indefinición sobre su presente y especialmente sobre su futuro. La última propuesta de Unicaja para reconvertir los productos ya canjeados en Ceiss ha sido la gota que ha colmado la paciencia de los ahorradores.
Explican que Unicaja tiene un capital social de unos 800 millones de euros, que puede aumentar hasta un total de 1.081 millones. El 26%, el máximo del capital que podrán tener los minoristas de Ceiss, son 281 millones de euros. Sin embargo, una vez ejecutadas las quitas en las ex cajas de la Comunidad los propietarios de preferentes y deuda subordinada tienen 803,47 millones de euros (casi 207 menos de los invertidos inicialmente).
Cuentas que no salen
A las plataformas no les salen las cuentas. «La propuesta de Braulio Medel quiere decir que nos piensan robar otra vez un 75% del dinero que nos queda a todos».
El caso es que los preferentistas de Ceiss han quedado atrapados en tierra de nadie entre las diferentes soluciones que se están aplicando en el resto de las entidades financieras. El Gobierno sólo les deja la vía judicial (a la que está previsto que acudan de manera inmediata hasta 12.000 afectados sólo en la provincia de León) para defender sus ahorros y demostrar la irregularidad de la comercialización de los productos. Para defender su argumento de que la venta de híbridos fue una estafa y que ellos, «pequeños ahorradores, no inversores», no deben pagar los platos rotos de la crisis financiera.
Otras soluciones
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se ha negado a abrir un nuevo proceso de arbitraje como los establecidos para las tres entidades nacionalizadas (Bankia, Catalunya Banc y NCG). Y el Gobierno se cierra a realizar una nueva nacionalización con Ceiss, tras los quebraderos de cabeza y el coste que les han supuesto las otras tres.
Los ahorradores de la Comunidad no pueden acudir al Fondo de Garantía de Depósitos para obtener liquidez, aunque sea a cambio de pérdidas; ni a la Bolsa como el caso de Bankia, ni al arbitraje para intentar recuperar la totalidad de su inversión. Y Ceiss es una entidad insolvente que no puede sobrevivir en solitario. Bruselas obliga a sus «accionistas» a compartir la carga del desastre en la gestión y la inyección de ayudas públicas para reflotarla.
El Gobierno ha decidido forzar la solución a través de una absorción por Unicaja interminable y lleva de tropiezos. La última propuesta de la entidad malagueña supone en la práctica, según los asesores de los preferentistas, que se evaporen otros 522 millones de euros de sus ahorros. Habrían «desaparecido» entonces 729 millones de la inversión inicial de los pequeños ahorradores de Caja España-Duero.
Los 470.000 afectados de las tres entidades intervenidas pueden solicitar el arbitraje para recuperar el 100% de su inversión. Los casi 37.000 de Ceiss deberán acudir a los tribunales.
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