Una pareja con preferentes gana a Bankia un juicio pese a tener inversiones en Bolsa
Ser de mediana edad y haber participado en distintas inversiones ha dejado de ser un perfil de preferentista que pierde en un juicio de preferentes. La misma semana que un juez de Valencia rechaza una demanda por preferentes al considerar que los clientes de Bankia tenían suficientes estudios para conocer el producto financiero que iban a adquirir, un matrimonio de mediana edad con distintas inversiones, y también clientes de Bankia, han conseguido que el juzgado de primera instancia número 4 de Valencia les de la razón y haya anulado su compra. «Confiaba en ganar el juicio porque yo no he hecho nada y me engañaron», comenta a LAS PROVINCIAS el valenciano José Arias, que ha conseguido que Bankia le devuelva los 94.000 euros que él y su mujer tenían perdidos en estos productos, imponiendo al banco, además, el pago de los intereses legales y las costas judiciales. Es la segunda condena más importante de Caja Madrid, ahora Bankia, por preferentes o subordinadas, sufrida fuera de Madrid y ya no se trata de ancianos que nunca han invertido en productos de riesgo.
Sin embargo, el juicio resultó muy duro. A pesar de ser analfabeto, pensionista con una incapacidad permanente total y tratarse de un perfil de cliente conservador, como lo calificó el ordenador de la directora de la oficina de Caja Madrid al introducir sus datos, la defensa de Bankia insistió en el argumento de que sabía muy bien lo que estaba adquiriendo.
«Presenta los hechos como si fueran personas sin conocimiento de lo que son los valores sometidos a cotización cuando han venido efectuando con esta entidad diversas operaciones de valores a lo largo de los años, indicando que han comprado y vendido acciones de Mapfre, derechos de Mapfre, acciones de Endesa, de Telefónica Móviles, etc», argumentaba la defensa de Bankia.
En este sentido, concluía la defensa de Bankia que José Arias sabía «perfectamente lo que es un valor y que están sometidos a cotización así como que dan rendimientos a veces mayores, a veces menores, siendo persona con formación y habituada a invertir en valores cotizables».
Pero el preferentista sólo siguió el consejo de su directora de oficina de toda la vida. Según comenta, durante el juicio, la defensa de Bankia le llegó «a decir que era un 'listo'» y a preguntar porqué tenía tanto dinero. «Si yo soy analfabeto y sólo cobro poco más de 300 euros al mes por mi pensión y he dedicado toda mi vida a ahorrar para cuando tengamos que ir mi mujer y yo a la residencia porque no tenemos hijos», explica el afectado.
El abogado de José Arias, Jaime Navarro, explicaba que los argumentos que presentaron en el juicio se basaron en que «la ley exige a las entidades financieras a dar mucha información cuando venden un producto complejo, sin excepción de que la persona tenga o no comprados otros productos».
Cuando los afectados y ganadores de esta sentencia compraron estas preferentes y subordinadas (2009), dirigía Caja Madrid el polémico Miguel Blesa, antes de que se hiciera cargo de la empresa Rodrigo Rato. Y ni se le hizo el test de idoneidad ni se le informó del cambio de una propuesta de inversión que le hizo la directora de la oficina por la compra de preferentes. «El juez también entendió el caso», aseguró Navarro. Sin embargo, a Arias y su esposa se le han devuelto los 94.000 euros en acciones. El 23 de mayo, la entidad canjeó sus subordinadas y preferentes por acciones a 1,35 euros por acción.
«Nos convirtieron en accionistas forzosos y nos prohibieron venderlas hasta el 28 de mayo. Se han devaluado hasta 60 céntimos, y el juzgado pide que nos devuelvan el dinero pero el producto ya no existe», comenta el afectado. Así que «ahora vamos a pedir la ejecución provisional», explica el abogado de José Arias.
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