Artículo original: El Progreso
La firmeza judicial decanta la guerra de las preferentes a favor de los afectados
por una vez, el ejército más poderoso está perdiendo la guerra en Lugo. Las guerrillas de afectados por las preferentes, subordinadas y otros productos bancarios tóxicos han conseguido que la mayoría de entidades bancarias hayan comenzado a hincar la rodilla y hayan izado ya la bandera blanca, si bien no tanto por la presión callejera de los afectados como por la contundencia de las armas de un poderoso aliado de estos, los jueces.
Sus sentencias, que al menos en Lugo están siendo abrumadoramente favorables a los inversores, han modificado sustancialmente la beligerante posición inicial de los representantes legales de los bancos, ahora mucho más abiertos a llegar a acuerdos antes de que los asuntos lleguen a juicio. Y es que, además de tener enfrente a la mayoría de los jueces de primera instancia de la provincia, están constatando que se arriesgan también a sufrir el fuego de artillería pesada de la Audiencia Provincial, que en los tres únicos recursos que ha fallado hasta el momento lo ha hecho confirmando la sentencia de primera instancia a favor del preferentista.
CRITERIOEl irreductible juez del número 4
Como ya se ha explicado, de las sentencias hasta ahora conocidas en Lugo, la inmensa mayoría están dando la razón a los preferentistas y son contrarias a los bancos. Pero no son todas. Eso sí, las pocas que se conocen en contra parecen tener un denominador común, según apuntan varios de los abogados que llevan casos de este tipo en la capital: han sido dictadas por el juzgado de primera instancia número 4, que dirige el magistrado Javier Collazo, convertido ya para los letrados en una auténtica bestia negra.
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