Braulio Medel, presidente de Unicaja que acaba de ser imputado por la jueza Mercedes Alaya por el caso de los ERE fraudulentos, ha ordenado poner en marcha un severo plan de ajuste en la entidad andaluza que sin embargo también se extenderá al absorbido Ceiss, el banco resultante de la fusión España-Duero. Tras tomar el control del consejo el pasado día 30 de abril, nombrando a Manuel Azuaga presidente no ejecutivo y a María Luisa Lombardero, que se incorporará esta semana, como consejera delegada, anuncia un plan de reducción del gasto de personal del 20%, lo que afectaría a 900 de sus 4.500 empleados, fundamentalmente a través de un programas de bajas incentivadas.
Pero en paralelo Medel se prepara para afrontar en Banco Ceiss el ajuste que impuso Bruselas a cambio de las ayudas para la fusión que se sustanciará en una reducción adicional del 10% en la cartera de créditos, una rebaja extra del 15% en el balance, una contracción del 10% sobre el objetivo de captación de depósitos y el cierre de un 5% más de oficinas. Sin embargo, hay algo más doloroso: la entidad, que ya redujo su plantilla el año pasado en 1.230 empleados, deberá prescindir ahora de un 5% a mayores.
Fuente de datos: diariodeleon.es
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