domingo, 10 de agosto de 2014

Las nuevas tretas de la banca para aprovechar al pequeño inversor


Imagen del interior de la bolsa de Madrid.

Bankia prepara la emisión de 30.000 millones de euros en productos complejos similares a las preferentes. El BBVA, 28.000 millones. CaixaBank, 15.000 millones. En total, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) está analizando hasta 73.000 millones de euros en diferentes productos de inversión de riesgo que los bancos españoles esperan poner en circulación en el mes de septiembre.

La CNMV debe decidir a quién pueden ofrecer las entidades estos productos, que la banca utiliza para obtener capital y pasar el examen de solvencia al que la somete el Banco Central Europeo. La agrupación de controladores bursátiles europeos ha advertido esta semana del peligro para el pequeño inversor que entraña uno de estos productos, los ‘CoCos' (Contingentes convertibles), capaces de causar situaciones similares a las participaciones preferentes si se reparten extensivamente entre inversores inexpertos.

La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (ADICAE) ha denunciado que los bancos españoles acumulan "casi el 10% de la colocación de estos productos" en Europa. Por ello, ADICAE ha exigido a la CNMV que prohíba a las entidades distribuir los 73.000 millones de activos de riesgo entre los pequeños ahorradores y los destine, en exclusiva, a inversones institucionales o personas cualificadas y conocedoras de sus riesgos. Contactada por este medio, la CNMV ha admitido que no puede anticipar su resolución y remite a susrecomendaciones para la comercialización de este tipo de productos. 

¿Qué productos entrañan un riesgo mayor para el pequeño inversor?

En el paquete de 73.000 millones se incluyen varios tipos de productos de inversión. Javier Contreras, responsable de Ahorro e Inversión de ADICAE, explica a Público que "todos son complejos y de riesgo" y además "ninguno está protegido por el Fondo de Garantía de Depósitos", ya que no lo son. Este fondo es 'la hucha' que donde los bancos, por ley, guardan hasta 100.000 euros por cada uno de los depósitos que sus clientes realizan, lo que les permite recuperar el dinero en caso de la quiebra de la entidad. 

 "Queremos dar la voz de alerta, porque la ofensiva de la banca, ahora que las preferentes y las subordinadas no computan como ‘capital de máxima calidad', va a pasar por estos productos", declara el experto de ADICAE, que expone el pequeño ahorrador se expone a la "pérdida de liquidez, bajada de los tipos de interés en los productos sujetos a cotización, riesgos derivados de una liquidación o un proceso concursal o incluso perder todo el capital invertido si las condiciones económicas en España son desfavorables".

Warrants

"Es uno de los productos más complejos", advierte Contreras, resumiendo cómo funcionan: "Básicamente suponen una apuesta de riesgo. El cliente apuesta X dinero, el precio del warrant, a que el activo en cuestión sobrepasa cierto valor antes de la fecha de vencimiento. Puedes ganar la apuesta y ganar la diferencia entre el valor del subyacente y el valor límite o perderla y tener que pagar todavía más dinero".

Bonos, obligaciones subordinadas y obligaciones subordinadas especiales

De alto riesgo en caso de que la entidad que los emite no tenga asegurado su futuro, ya que ofrece muy pocas garantías de cobro. Contreras avisa además de que cotizan "en el mercado secundario, en el que es mucho más complicado encontrar comprador antes del vencimiento. Eso si hay vencimiento, ya que en el caso de las obligaciones subordinadas especiales, también llamadas perpetuas, no lo hay por lo que son muy parecidas a las participaciones preferentes".

Bonos y obligaciones estructurados

Productos en los que puede llegar a perderse el total de la inversión. Funcionan ligando su rentabilidad "a la evolución de otros productos: una acción bursátil, un índice (Ibex35, Eurostoxx, etc.), un tipo de interés (Euribor, Libor, etc.) o un tipo de cambio (por ejemplo el euro-dólar)", aclara el experto de ADICAE.

Cédulas hipotecarias

Son paquetes de préstamos por vivienda que las entidades agrupan y distribuyen para transformar la rentabilidad a largo plazo de las hipotecas en capital. La garantía que recibe el consumidor son los préstamos hipotecarios de otras personas. Es el mismo proceso que utilizaron los bancos para librarse de las hipotecas 'subprime'.

"Son productos muy beneficiosos para la banca, ya que son a largo plazo y, a pesar de que la entidad paga más al consumidor que por un depósito a plazo fijo, juega con la supuesta dificultad de perder liquidez", afirma Contreras, que advierte que son un producto "arriesgado", porque, como el resto de productos en esta lista "no están garantizadas por el Fondo de Garantía de Depósitos, a diferencia de los depósitos" y porque "deben venderse en un mercado secundario, que con la crisis financiera está prácticamente colapsado" y además "conlleva una pérdida de rentabilidad"

Cédulas territoriales

Funcionan de la misma forma que los bonos hipotecarios, pero en este caso "se encuentran respaldadas por los préstamos y créditos concedidos por el emisor al Estado, a las Comunidades Autónomas, y otros entes locales y organismos autónomos, así como otras entidades pertenecientes al Espacio Económico Europeo", concluye el responsable de Ahorro e Inversión de ADICAE.

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Fuente de noticias: público.es

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