jueves, 2 de octubre de 2014

Directivos de Caja Madrid usaban 'tarjetas B' para sus gastos personales

Las secretarias de Ildefonso Sánchez Barcoj, ex director financiero de Caja Madrid y de Bankia, tomaban nota a mano y el departamento de tarjetas hacía el resto. Un informe remitido por la Fiscalía Anticorrupción al juez que investiga el 'caso Bankia' destapa que 86 personas, entre consejeros y directivos de la caja y de Bankia, gastaron 15,2 millones de euros en 10 años -entre 2003 y 2012- a través del presunto uso de tarjetas de crédito no declaradas y de un número de cuenta de Caja Madrid donde las cantidades a liquidar se anotaban de manera manual por el departamento de contabilidad. Restaurantes, viajes, comida, ropa y hoteles eran el destino de estos fondos.

En ocho años, el ex presidente de Caja Madrid, Miguel Blesafacturó 436.700 euros con estas «tarjetas complementarias», como las bautizó el informe remitido al juez, que revela la existencia de una cuenta B que la entidad puso a disposición de «determinados» consejeros y directivos para gastos distintos a los derivados de actividades de la caja.

Es más, hubo 28 consejeros que siguieron usando las citadas tarjetas después de cesar en su cargo, realizando movimientos, incluso, ocho meses después del cese. Lo más grave es que 15 de esos consejeros llegaron a facturar 380.000 de euros en apenas un mes, coincidiendo con la época previa a la nacionalización de Bankia. En concreto, entre el 26 de di ciembre de 2011 y el 26 de enero de 2012. 

En total, los implicados llegaron a gastar más de tres millones de euros en restaurantes desde 2003 a 2012. En efectivo, sacaron en torno a dos millones, y en viajes facturaron más de 1,5 millones, como adelantó ayer el diario Expansión.

La presunta trama sale a la luz después de que el auditor interno del equipo que preside José Ignacio Goirigolzarri detectara tarjetas de crédito emitidas al margen del circuito ordinario del banco. Las citadas tarjetas pertenecían a miembros del consejo de administración y de la comisión de control de Caja Madrid y de Bankia, así como a directivos de la caja. El auditor deja constancia en su informe de que Sánchez Barcoj era la persona que las gestionaba «de forma separada» al resto de tarjetas de la empresa.

Es más, advierte de que las comunicaciones sobre la concesión de nuevas tarjetas o modificaciones de límites de dinero asociadas a las mismas las gestionaban las propias secretarias de Sánchez Barcoj. Goirigolzarri cesó al director financiero de Bankia cuando tomó las riendas del grupo bancario en mayo de 2012, fecha en la que también se cancelaron las citadas tarjetas.

Gran número de implicados

Un total de 20 personas siguieron beneficiándose de este dinero B tras el nacimiento de Bankia, bajo la presidencia de Rodrigo Rato -la entidad cuantificó gastos por importe de 47.700 euros-. Precisamente, el ex ministro de Economía fue uno de los que usó las citadas tarjetas, gastando 54.830 euros mientras fue presidente. En 2010, facturó 44.200 euros como miembro del consejo de dirección de Caja Madrid. Tras el informe del auditor de Bankia, el equipo de Goirigolzarri reclamó el dinero a Rato, que devolvió el importe el pasado mes de julio, según confirmaron fuentes de la entidad. 

Además del ex presidente, hubo otras tres personas identificadas que también reintegraron ya el dinero al banco nacionalizado. Se trata de Sánchez Barcoj, que facturó 90.879 euros en dos años con cargo a Bankia; Matías Amat, que tuvo que devolver 42.042 euros; y José Manuel Fernández Norniella, que gastó 9.700 euros en gastos personales mientras estuvo en Bankia.

El listado de implicados en esta presunta trama de tarjetas de crédito incluye tanto a empresarios como a políticos y sindicalistas. Desde José Antonio Moral Santín, de Izquierda Unida, que llegó a facturar 456.500 euros en 10 años, a Mercedes de la Merced, del PP, que gastó 287.900 euros en el mismo periodo.

Entre los beneficiados se encuentran también Francisco Baquero, de CCOO, que facturó 266.400 euros; José Ricardo Martínez, de UGT, 44.200 euros; el ex presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, 94.000 euros; o el ex jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, que facturó 235.900 euros, entre otros.

El pasado 25 de junio, el director corporativo de Auditoría Interna de Bankia remitió el citado informe al director general del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), Antonio Carrascosa, y a la Fiscalía por recomendación de Herbet Smith FreeHills, consultora independiente que asesoró a Bankia en esta revisión de tarjetas.

El informe advierte de que los cargos de las tarjetas «siempre» fueron soportados por Caja Madrid, y que tras el nacimiento de Bankia siguieron siendo liquidados por la caja o por la fundación que surgió de la misma. En este sentido, la Fundación Obra Social Madrid anunció ayer que estudiará si puede reclamar el dinero a los ex directivos. 

Las tarjetas eran facilitadas por la Dirección General Financiera y de Riesgo de Caja Madrid, y no por el departamento de recursos humanos de la entidad. El titular era la propia caja de ahorros, que, además, era la que autorizaba su uso. Los beneficiados disponían de dos tipos de tarjetas para realizar este tipo de gastos no declarados -Business Plata y Business Oro-, además de la tarjeta que utilizaban para actividades derivadas de la caja. 

El informe que fue remitido al juez alerta también de que «el quebranto [ocasionado por Caja Madrid] ya se habría recogido en el balance que asumió Bankia» cuando nació en diciembre de 2010. Es más, reconoce que el uso de las tarjetas «se prolongó durante muchos años», lo que supuso «disponer fraudulentamente de los bienes de la sociedad, provocando directamente un perjuicio económico» y un delito de administración desleal. 

El caso podría derivar también en un presunto delito fiscal y otro de apropiación indebida. El informe responsabiliza a quienes autorizaron el uso de esas tarjetas.

Fuente de datos: elmundo.es


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