En un momento en que, según la Comisión Europea, la economía española continúa en posición «vulnerable», ha estallado un insólito choque entre el ministro de Economía y el Banco de España a causa de Bankia. El gobernador del órgano supervisor, Luis María Linde, convocó ayer una reunión extraordinaria de su comisión ejecutiva para responder a las duras acusaciones emitidas en la víspera por el ministro.
De Guindos afirmó que el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) «miraron para otro lado» en la «errónea» salida a Bolsa de Bankia en 2011 dentro de «una operación política» orquestada por el Gobierno de Zapatero. Estas declaraciones provocaron una gran irritación en la cúpula del supervisor, donde aún perviven estrechos colaboradores del anterior gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. El actual subgobernador, Fernando Restoy, era vicepresidente de la CNMV y consejero del Banco de España en aquella época y forma parte de la ejecutiva que rechazó ayer las imputaciones del ministro.
«En lo que se refiere a la constitución del grupo BFA-Bankia y su evolución durante los años 2011 y 2012, la Comisión Ejecutiva considera que la actuación del Banco de España se ajustó en todo momento a criterios estrictamente profesionales, respetándose la normativa vigente y los procedimientos establecidos», afirmó el Banco de España. Todo lo contrario de la mala gestión que se deduce del informe pericial de Bankia y de lo pronunciado por De Guindos durante la sesión de control parlamentaria del pasado miércoles en réplica al portavoz económico socialista, Juan Moscoso. «La salida a Bolsa de Bankia fue una decisión política. Se definió por el Gobierno como una cuestión de Estado, en la que su Gobierno forzó voluntades e hizo que los supervisores miraran hacia otro lado».
Moscoso declaró a este diario que «es insólito» que «el ministro ataque al supervisor» y respaldó el comunicado de Linde. «Comprendemos el malestar del Banco de España, el PSOE nunca ha puesto en duda la honorabilidad ni la independencia del supervisor».
No obstante, Moscoso ha pedido la comparecencia de, entre otros, el propio Linde, Restoy y el propio De Guindos, para aclarar el escándalo de Bankia. También dice estar dispuesto a que comparezca el anterior gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, si el PP acepta una comisión parlamentaria de investigación. Para el ministro, Ordóñez es una figura clave.
«Por mucho que la dirección de Bankia se hubiera empeñado en salir a Bolsa, esta operación nunca se hubiera producido -reitero, nunca se hubiera producido- sin el visto bueno del Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores», dijo en el Parlamento.
Existe constancia escrita de este visto bueno del Banco de España en una «nota informativa» difundida el 21 de julio de 2011 y que, tras el explosivo informe pericial de Bankia, recobra especial relevancia: «El Banco de España valora muy positivamente las salidas a Bolsa de CaixaBank, Bankia y Banca Cívica por cuanto suponen, cuantitativa y cualitativamente, un avance fundamental en la reforma de las cajas de ahorro y en el cumplimiento de las exigencias impuestas a las entidades de crédito por el Real Decreto 2/2011, convalidado el pasado marzo por el Parlamento español». Aquel Decreto impuso a Bankia la búsqueda de capital saliendo a Bolsa o bien reclamando la ayuda estatal del Frob y al Banco de España le pareció bien que Rodrigo Rato optara por la primera vía. «Esta semana se ha producido otro de los principales hitos en este proceso: las salidas a Bolsa de Bankia y Banca Cívica. Ambas entidades han ejecutado con éxito su estrategia de recapitalización, que pasaba por salir al mercado antes del 30 de septiembre para cumplir con el capital requerido en el Real Decreto».
Un año después, Bankia protagonizó la mayor nacionalización de la historia y Banca Cívica tuvo que ser absorbida por CaixaBank con ayudas públicas, que fueron posteriormente devueltas por la caja catalana. Fuentes del Banco de España señalan que fue una valoración positiva a la salida de Bankia en cuanto a que era una parte del proceso de reestructuración.
En el comunicado de ayer, el supervisor responsabilizó al equipo de Rato. «Las decisiones de gestión son exclusiva responsabilidad de los órganos de administración y dirección de las entidades (...) la actuación del Banco de España como supervisor se ciñe al control de la actividad de las entidades de crédito a partir de la información elaborada por éstas y teniendo en cuenta los datos económicos disponibles».
Esta distante forma de definir la actuación del supervisor provocó ayer sorpresa en la Asociación de Inspectores del Banco de España, que tampoco ha encajado bien los comunicados de los últimos días de la institución desmarcándose de sus compañeros, los peritos del caso Bankia. En su comunicado, la Asociación, mostró su «más absoluto respaldo a su labor profesional». Recordó que «el nombramiento de los peritos judiciales se realiza por la autoridad judicial a propuesta y por designación expresa del Banco de España, basado en su confianza en la capacidad técnica de éstos». Su trabajo deja en mal lugar la labor del Banco de España y de la CNMV por permitir la farsa de la salida a Bolsa de Bankia con cuentas que no reflejaban la realidad.
Fuente de datos: el mundo.es
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