martes, 6 de enero de 2015

Abanca se lanza a por las oficinas de Ceiss tras acordar los nuevos horarios con los sindicatos

Apenas unos días después de 
cerrar con la mayoría sindical un acuerdo para retocar los horarios y sueldos de la plantilla, Abanca (la antigua Novagalicia) prepara ya nuevos planes de expansión por España. Así, la entidad controlada por el grupo venezolano Banesco ha entrado con fuerza en las quinielas para hacerse con una red de oficinas de Banco Ceiss que ha puesto a la venta Unicaja.


Abanca ya habría mantenido conversaciones durante las últimas semanas con Unicaja para acceder al libro de venta y hacerse con una red de 32 sucursales, según publica el Ideal Gallego. Estas 32 oficinas forman parte del negocio de Banco Ceiss en mercados no estratégicos, entre los que estarían Galicia y Asturias, lo que podría favorecer a una expansión racional de Abanca, junto a otras oficinas en Aragón, Comunidad Valenciana y Extremadura, añade este medio.

Una vez suavizadas las restricciones impuestas por la Comisión Europeatras el rescate de Novagalicia, su ‘heredera’ Abanca intenta crecer en España, y esta red de Ceiss se presenta como una oportunidad inmejorable, puesto que Unicaja, que se hizo con la entidad castellanoleonesa, tiene que venderlas antes del ecuador del año.

En concreto, la desinversión de estas oficinas, situadas fuera de Castilla y León, fue una de las condiciones impuestas por Bruselas para la concesión de ayudas públicas a la operación de absorción de Ceiss por parte de Unicaja. Aunque en principio esta venta se tenía que haberse realizado antes del cierre de 2014, Unicaja logró finalmente una prórroga de seis meses para llevar a cabo la operación.

Abanca no es la primera entidad que pregunta por esta red, sino que Unicaja ya abrió negociaciones para vendérsela a Targobank, pero finalmente estas conversaciones no fructificaron.

Por parte de la entidad gallega, puede pujar por esta red después de que el verano pasado Bruselas le rebajase algunas de las obligaciones que le había impuesto, permitiendo a Abanca una expansión fuera de su territorio de origen cuyo veto en su momento propició la venta de Evo Banco.

Las negociaciones entre Abanca y Unicaja se producen además después de que la entidad gallega lograse cerrar finalmente un acuerdo con los sindicatos (CCOO, UGT y CSICA) para flexibilizar los horarios de la plantilla y retocar sus salarios, tal y como pretendía. A cambio, la entidad renunció a realizar los 348 despidos que aún quedaban pendientes del actual expediente de regulación de empleo (ERE).

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