Modestos ahorradores, grandes patrimonios, pymes y hasta una empresa del Ibex 35 -según afirman fuentes jurídicas- han demandado o ultiman sus querellas contra Bankia por su salida a Bolsa. MERCADOS ha hablado con tres afectados que decidieron comprar acciones cuando la entidad debutó en el parqué y ahora lo han perdido prácticamente todo.
Una pyme que evitaba la Bolsa
. Aunque prefiere mantener el anonimato, M.C.B. no puede esconder su indignación. Durante años, la empresa que regentaba se había dedicado a arrendar locales comerciales en la localidad de Villarreal y en algunas poblaciones de la Comunidad Valencia. Cliente de una sucursal de Bankia situada en la Plaza Mayor de Villarreal, que ya no existe, siempre había evitado invertir en Bolsa, dado que no estaba dispuesto a asumir el riesgo que siempre entrañan este tipo de operaciones. Por eso, y siempre de acuerdo con el director de la sucursal, se decantaba por los depósitos a plazo fijo. Hasta que un día ese empleado de Bankia le llamó para ofrecerle invertir algo de dinero en la salida a Bolsa de la entidad. "Hablamos y me aseguró que era una operación segura, que apenas había riesgo", recuerda. Siguiendo el consejo, decidió comprar títulos por valor de 30.000 euros, una cantidad que él mismo considero como adecuada. "Todo iba bien hasta que el precio de las acciones empezó a bajar. En ese momento comprendí que la información que nos habían facilitado no era verídica", lamenta M.C.B. Entonces decidió recurrir a Zunzunegui Abogados, aunque admite que sus esperanzas de recuperar el dinero son escasas. Sin embargo, este empresario no culpa al director de la sucursal que le animó a invertir, pues considera que éste "también fue engañado. Estoy seguro que él lo hizo todo de buena voluntad, que él también fue engañado como cualquiera de los inversores". Como gran parte de los afectados por la OPS, M.C.B. señala a "los altos cargos de Bankia. La culpa es de los Rato, Blesa y demás directivos. Desde el principio hubo un problema de veracidad". Ahora este inversor, que prefiere mantener su identidad oculta, sólo espera "recuperar aunque sea una pequeña parte de lo invertido".
Invirtió el último día
. Ana María Voces veía cómo, prácticamente cada día, los empleados y el director de la sucursal de Bankia que había cerca del restaurante donde trabajaba como camarera se acercaban hasta allí para tomar café. Éstos hablaban sobre el plazo para invertir en la OPS de Bankia, que terminaba ese mismo día, y acabaron por animar a Ana María a invertir en la salida a Bolsa pues, según le dijeron, era una operación que no entrañaba riesgos. "Hasta el mismo director de la sucursal había invertido su dinero, ¿cómo no iba a fiarme de él?", lamenta ahora Ana María. Poco tiempo después esta camarera estaba en la sucursal de Fuerteventura, donde vive, para firmar toda la documentación necesaria para autorizar la compra de títulos por un valor de 5.500 euros. Años después, cuando había perdido su dinero, acudió a los abogados de Arriaga Asociados y se decidió a emprender acciones legales contra la entidad. "La culpa de que perdieramos nuestro dinero es de los altos cargos de Bankia, los directores de las sucursales pequeñas no tienen culpa. Si hasta ellos pusieron su dinero en un negocio que consideraban seguro. ¿Por qué iban a arriesgar sus ahorros si sabían que no todo era verdad?". Ana María todavía tiene esperanzas de recuperar sus ahorros, aunque sabe que no será fácil. Aún se lamenta de su decisión aunque reconoce que nadie «me presionó para invertir ni para que lo hiciera con una cantidad determinada». A pesar de ello, nadie podrá disuadirla de que "la culpa es de la cúpula de Bankia, los de las tarjetas black. Nos engañaron a todos".
e El ahorro de la jubilación. A sus 84 años, Bonifacio Expósito firmó este miércoles el mandato con Bufete Rosales para demandar a Bankia. Acompañado por su hijo, este conquense que vive en Madrid ha decidido denunciar a Bankia tras escuchar por la radio un anuncio de este despacho en el que se afirmaba que los accionistas que acudieron a su salida a Bolsa pueden recuperar su dinero. Sin embargo, para este pensionista modesto los 3.000 euros que invirtió en las acciones es lo de menos. Se siente engañado y va a denunciar por la indignación que él y sus hijos sienten cuando ven las noticias sobre el caso Bankia. «Ves las caras de Rato,Blesa y todos ellos en la televisión y no queremos que se vayan de rositas.Se han reído de la gente. Casi hunden el país y aquí nadie es responsable.Y para colmo, lo de las tarjetas black», lamenta su hijo mientras su padre asiente.Bonifacio cuenta que no quería comprar acciones, pero que le convencieron. Nunca había invertido en Bolsa con el dinero ganado en la fábrica en la que trabajó toda su vida. Pero llevaba «40 años siendo cliente de Bankia» y se fió de su sucursal. Casi cuatro años después, reconoce que no entiende nada de lo que ha pasado y tampoco sabe quién es el nuevo presidente de Bankia.Pero, pese a todo, sigue teniendo su pensión domiciliada y sus fondos de inversión en la antigua caja de ahorros.
Fuente de datos: elmundo.es
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