Entrevista | Andreu Missé
"Sin
paraísos fiscales nunca hubiera habido preferentes en España"
Entrevista al director
de 'Alternativas Económicas', Andreu Missé, que presenta el libro La
gran estafa de las preferentes
Missé recuerda que
mucha gente mayor "ha muerto con el disgusto de la cuestión de las
preferentes sobre sus espaldas"
"Todo el sistema
se sostiene con el argumento de que si caen los bancos es el fin del
mundo", afirma
13/09/2016
Andreu Missé (Barcelona, 1947) es uno de
esos periodistas que cree que una de las funciones de los profesionales de la
comunicación es denunciar las arbitrariedades e injusticias que abundan en
nuestra sociedad. Esta convicción es la que le llevó a escribir el libro La
gran estafa de las preferentes(Alternativas Económicas, 2016), que se ha
presentado este martes en Barcelona.
Un millón de afectados, la gran mayoría
gente sencilla que vio en peligro los ahorros de toda su vida, merecían una
investigación a la que ha dedicado dos años de trabajo. Un crowdfunding ha
hecho posible esta obra de Missé, director de 'Alternativas Económicas'. El
libro contradice a quienes dan el periodismo de investigación por muerto y
enterrado.
¿Qué eran las participaciones
preferentes?
Eran un producto financiero, mezcla de
acciones y depósitos. Cuando un banco o una caja ofrecían a una persona este
producto, lo vendían como si fuera un depósito. No le concretaban mucho pero le
estaban vendiendo una forma de capital que tenía muchos riesgos. Lo podía
perder todo, sin vencimiento, ni liquidez. Si tienes dinero en el banco,
siempre los puedes ir a buscar. Si lo tienes a plazo fijo, lo puedes ir a
buscar cuando venza. Aquí, no. Y no lo explicaban claramente. No tenía garantía
del Estado.
Y de ahí La gran estafa de las
preferentes
La razón de que fuera una estafa es la
forma en que se vendieron. Si te dicen las características de un producto no es
ninguna estafa. Pero no lo explicaban así. Todo lo relacionado con el mundo
financiero se basa en la confianza. Para la gente normal es imposible entender
las técnicas de estos productos, pero también para economistas o abogados.
Además, entre los afectados había mucha gente con pocos conocimientos. Cuando
se acababa el plazo fijo de estas personas, el banco les proponía que compraran
preferentes, haciéndoles creer que era un producto seguro. Aquí está la esencia
del engaño.
¿Por qué se crearon las participaciones
preferentes?
Porque los bancos no tenían capital. Los
bancos necesitaban capitalizarse. Y las cajas aún más, porque por su propia
naturaleza no tienen capital. Aquí hay un pecado mortal original: los paraísos
fiscales. En 1998 comienza a utilizarlos el BBV y después se apuntan todos. No
hay ninguna ley que lo permita. Lo hacen desde paraísos fiscales, con una
autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, con el acuerdo del
Banco de España y del Ministerio de Economía.
En 2008 estalla la crisis y los fondos
de inversiones que tenían preferentes se las quitan de encima. Y las entidades
financieras las continúan colocando a los particulares.
Los inversores institucionales se van.
No quieren riesgos. El inversor, para financiar un banco, a partir de ese
momento, a nivel internacional, pide un 12%, un 14% o un 15%. La razón de fondo
del capital es coger dinero de los ahorradores y dejarlo a los que piden
créditos pero debe tener una base para cubrir las posibles pérdidas. Con este
esquema, cuando estalla la crisis se empiezan a producir créditos fallidos,
pérdidas, gente que no puede pagar las hipotecas... El capital va bajando y las
entidades financieras necesitan aumentar el capital.
Los inversores clásicos piden un 15% y
las preferentes aparecen como una salida. A los particulares se les ofrecen
intereses del 7% pero ellos no son especuladores. Son ahorradores, han tenido trabajos
muy humildes, no han hecho vacaciones, se han privado de muchas cosas... Han
ahorrado 30.000 euros o 40.000 euros. Pero ni así ni con las ayudas públicas
que recibieron, los bancos se salvaron. Fueron cayendo: Bankia, Caixa
Catalunya, las cajas gallegas,...
¿Por qué estallan las protestas de las
personas que habían adquirido preferentes?
Porque la gente va a los bancos a buscar
el dinero y les dicen que no se lo pueden devolver. Y trasladan la culpa a
Bruselas, que no tiene nada que ver con ello. La Comisión Europea lo estuvo
investigando pero su problema es que no tiene poder. En Navidad de 2011 se
organizan las primeras protestas, muy aisladas. La gente se planta en las
oficinas y se empiezan a crear asociaciones, plataformas. Estamos hablando de un
millón de afectados. Docenas y docenas de manifestaciones. Todo esto salía muy
poco en los grandes medios. Aparecía en los locales. El Gobierno se hacía el
loco. Sólo decía algo cuando se veía muy arrinconado.
Hay dos grandes aspectos a tener en
cuenta. Por qué se crearon las preferentes y la importancia de las
movilizaciones populares que han permitido recuperar buena parte del dinero que
no se quería devolver a los ciudadanos.
Los jueces han jugado un papel
importante en este proceso.
Muy importante. Los jueces de lo civil
se han concienciado. Es impresionante. Hay decenas de miles de sentencias
condenando los bancos. El 90% de las sentencias han sido favorables a los
afectados. Han bloqueado los juzgados. Algún magistrado me decía que estaba
trabajando para los bancos. Porque, además de las preferentes, han hecho
subordinadas, cláusulas-suelo, swaps...
Es un desbarajuste. Los bancos tienen un
poder muy grande, sin controles. Se han creado comisiones de investigación
parlamentarias muy útiles e interesantes en Cataluña, en Valencia, en
Galicia,... pero lo más eficaz han sido las movilizaciones populares. Al
principio, los jueces fallaban siempre a favor de los bancos porque les era
inconcebible que hubieran hecho las cosas mal. Las movilizaciones les sensibilizaron.
Es, precisamente, la solidaridad con la
gente sencilla engañada la que te lleva a escribir el libro.
En el primer número de la revista Alternativas
Económicas pusimos este tema en portada. Joaquín Estefanía nos lo
propuso. Habían salido algunas noticias en los periódicos pero no se
evidenciaba el sufrimiento de tanta gente. Gente que no hablaba porque tenía
vergüenza. Temía que la vieran como tonta, egoísta, o que la familia se
enterase de su ruina. Primero se lleva muy en secreto, pero cuando comienza a saberse
que hay muchos afectados, se da cuenta que son personas normales las que han
sido engañadas.
Estamos hablando de cerca de un millón
de personas.
Sí. Además de las preferentes, debemos
tener en cuenta los efectos de productos similares creados por la CAM o el
Banco de Santander. En el caso de Bankia se engañó a la gente tres veces.
Primero, las cajas que crearon Bankia les colocaron preferentes hasta 2009. En
2011 salió Bankia a Bolsa y ahora está apareciendo en los medios que los
inspectores del Banco de España, a petición de los jueces, hicieron dos
informes advirtiendo que el nuevo banco no era viable. Las cuentas que presentó
Bankia cuando salió a Bolsa no se correspondían con la realidad.
Y, tercero, les propusieron que
cambiaran las preferentes por acciones de Bankia, con el argumento de que les
permitiría desbloquear parte de su dinero. Pero las acciones cayeron en picado
y los que lo hicieron perdieron el 99% del valor inicial.
La salud de muchas de las personas que
han pasado por el trance de las preferentes se ha resentido
Hay un capítulo del libro dedicado a
esto. Trata del caso de Mataró, una de las ciudades más afectadas por las
preferentes, colocadas, en este caso, por Caixa Laietana. El alcalde
convergente fue muy valiente y defendió a fondo a los afectados. Se creó una
gran unidad en el pueblo. Estuvieron dos años y medio batallando. Consiguieron
que les incorporaran al arbitraje que se hizo finalmente. Una psicóloga ayudó a
serenar a los afectados –la mayoría gente mayor y de los barrios más humildes–
después de tantos años de movilizaciones y lucha. La gente ha sufrido mucho.
Ya hay dos sentencias de 'daños
morales'. Con condenas pequeñas, de 6.000 euros, pero suponen un reconocimiento
de que además de devolver el dinero a las personas, se les tiene que pagar por
el sufrimiento causado. Esto se ha pasado demasiado rápido. Un afectado de
Córdoba me decía que no habían ganado sino que les habían devuelto lo que
tenían, después de tres años de lucha. Mucha gente mayor ha muerto con el
disgusto de esta cuestión sobre sus espaldas.
La solución del Gobierno fue que se
hiciera un arbitraje entre las entidades financieras y los perjudicados
Improvisó un arbitraje en la proximidad
de las elecciones gallegas de octubre de 2012 por la presión de los afectados
de aquella comunidad. Pero no era un arbitraje de verdad. Un arbitraje es
cuando dos personas se ponen de acuerdo para elegir a una tercera para que haga
de juez en un conflicto que tienen entre ellos. Aquí no. Se le dijo arbitraje
pero no lo era. El banco eligió a las personas que consideraba que podían hacer
el arbitraje y luego se legalizó en las Juntas de Arbitraje oficiales de cada
comunidad autónoma. Y, ¡oh, casualidad!, el cien por cien de los acuerdos del
banco fueron el cien por cien de los acuerdos de las juntas oficiales.
Primero se hizo en Galicia y después en
Cataluña y en Madrid. Los tres tuvieron las mismas características. Se encargó
a consultoras que trabajan con los bancos que hicieran los arbitrajes. Quien ha
tomado las decisiones sobre qué clientes podían beneficiarse de los arbitrajes
han sido los bancos mismos.
Una conclusión de esta crisis es que la
mejor herramienta de la ciudadanía es la movilización.
Hay un paralelismo entre preferentes y
desahucios. Son los dos grandes abusos bancarios de este país. Ambos han
provocado grandes movilizaciones. Han causado una gran concienciación de los
jueces, que están a favor de la gente. El Tribunal Supremo, contra todos los
pronósticos del Gobierno y de todo el mundo, obligó a Bankia a devolver todo el
dinero a más de 200.000 personas que habían invertido en acciones en Bolsa. No
hay antecedentes de un hecho así en ningún país del mundo.
Los jueces dicen que tomaron conciencia
cuando vieron a la gente y conocieron los casos concretos. Hemos asociado a los
jueces a un cuerpo muy conservador. Evidentemente lo ha sido, está con el poder
establecido pero los jueces han sido un elemento dinamizador del retorno del
dinero a los afectados por las preferentes.
El frente penal aún está abierto.
Muchos particulares han ido contra los
directores de las oficinas bancarias. Casi todos los procedimientos han decaído
porque una cosa es decir que se tiene que devolver el dinero a los perjudicados
y otra es enviar gente a la cárcel. Los jueces se lo piensan mucho más. En
Estados Unidos, donde han sido durísimos con las multas a los bancos, sólo hay
uno o dos directivos bancarios en prisión. En el sector bancario, tienes que
haber hecho algo muy gordo para que te envíen a la cárcel.
Hay más de 125.000 personas que fueron
rechazadas del arbitraje. Y esta gente sigue pidiendo justicia. También hay
muchos que no fueron porque no se enteraron, no sabían qué hacer, no les avisaron.
Otros se han enterado de que sus padres tenían preferentes cuando se han
muerto.
Estos hechos que denuncia ¿no deberían
llevar a cambiar el sistema financiero?
Estamos en un momento, en general pero
sobre todo en Europa, en que los bancos tienen un poder desproporcionado en el
mundo económico. Durante todo el tiempo que han estado mal no han dado
créditos. Solo ha dado créditos la banca pública europea, el Banco Europeo de
Inversiones. Se reniega de la banca pública pero es la única que da créditos en
los peores momentos.
En Alemania, el 35% o el 40% del sector
está aún en manos de cajas de ahorro o bancos cooperativos. Durante todos los
años de la crisis, los bancos privados comerciales –Commerzbank, Deutsche
Bank,...– han bajado el crédito un 10% o un 15% mientras los bancos
cooperativos y las cajas lo han aumentado. Una de las explicaciones por las que
Alemania ha aguantado mejor la crisis es porque ha tenido una parte importante
del sector financiero que ha estado al servicio de la economía de los
ciudadanos.
Hay quien llega a decir que los bancos
privados no deberían crear dinero
Pero es que esto es la naturaleza del
sistema. Cuando un banco te da un crédito, el dinero te lo gastas comprando
algún producto y vuelve a otro banco o al mismo. El tema de fondo es que se
trata de un sector que no puede estar tan desregulado como hasta ahora y actuar
con tanta impunidad. En estos momentos, los bancos están obligados a hacer las
cosas mal. Con el tipo de interés que hay no pueden funcionar. Deben cometer
abusos: crear comisiones sin límites, quitar límites en los cajeros, colocar
seguros a gente que no los necesita... Los tipos a cero no dejan margen para
hacer nada.
Todos los ahorradores están pagando la
crisis otra vez. A la gente que había ahorrado toda la vida para tener un 2% o
un 3% y con ello complementar la pensión le dicen que le dan un 0,1% o un 0,2%
y dentro de cuatro días le harán pagar para guardarle los ahorros. Este sistema
no es sostenible. Desde la propia lógica capitalista. No hace falta hacer un
discurso anti-sistema.
Ya anuncian nuevos productos. No han
escarmentado en absoluto.
No. Se olvida. Está estudiado. Las
estafas bancarias se olvidan al cabo de diez años.
Y la denuncia que hace en el libro ¿se
olvidará dentro de diez años?
Yo soy un periodista que hace su
trabajo. El esfuerzo de verdad lo han hecho las personas que han batallado, que
han salido a la calle cada semana, que han ido a protestar al Congreso, al
Parlamento, que no han parado de denunciar. Ellas son las verdaderas
protagonistas de esta historia.
El sistema financiero parece insensible
ante estas luchas.
Están despidiendo gente cada día. Si vas
a buscar dinero al banco te enviarán al cajero. O sólo te atienden un par de
horas al día. Cada vez tienen menos gente y ofrecen menos servicios. Esto es
una gran revolución, una situación insostenible que no puede durar.
¿Y qué hay que hacer?
Lo primero, protestar. Ir a una
asociación de consumidores o a las instituciones. Ir a las instituciones, sin
embargo, es un drama. Cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores o el
Banco de España resuelven a favor de las reclamaciones de los particulares, los
bancos no están obligados a cumplir la resolución. Sólo lo hacen en un
porcentaje muy bajo de ocasiones. El banco debería aplicarlas automáticamente.
Hay mucho discurso contra la banca
pública. José Ignacio Goirigolzarri, el presidente de Bankia, lo está haciendo
bien. Devolvió todo el dinero de los inversores en Bolsa. Ahora tiene unas cien
mil demandas planteadas. Debería cumplir todas las resoluciones del Banco de
España a favor de los clientes. En la banca pública hay una limitación de
salarios. No tiene ni pies ni cabeza que los banqueros tengan los salarios que
tienen. Nunca han sido justificados pero ahora aún menos.
¿Qué pasaría si sólo hubiera banca
pública?
No comparto los maximalismos. Bankia ya
es pública. Puede ser un modelo y conseguir que los clientes estén más
contentos que con otros bancos. No hay que mirar sólo la cuenta de resultados
de los bancos sino mirar también la cuenta de resultados de los clientes, de
los ciudadanos.
Racionalizar los sueldos. No tienen
ninguna justificación los salarios que se pagan. Es que no los ganan. La banca
nos ha costado 95.000 millones de euros de capital en ayudas públicas. Se han
perdido por completo más de 40.000 millones. Si se devuelven las ayudas
públicas, con los intereses, no es un problema.
La banca ética ¿es una buena
alternativa?
Estoy a favor de la banca alternativa.
Coop57 es fantástica, ejemplar, modélica. La banca alternativa no llega ni al
1% del sector. Las cajas rurales son el 5% y muy localizadas. Tenemos que
trabajar en todos los frentes. No perder la banca pública y ayudar a la banca
alternativa. Los gobiernos podrían suministrarles locales. Dentro de veinte
años, la banca alternativa no habrá llegado al 10% o el 20% del sector. Se
tiene que conseguir que los bancos privados no abusen. Debemos tener soluciones
para hoy. Y eso significa no permitir más abusos.
La política financiera, el control de
los bancos pasa ahora por la Unión Europea.
Todo el sistema se sostiene con el
argumento de que si caen los bancos es el fin del mundo. Este argumento les
permite continuar tolerando todos estos abusos. A Europa le pasa como al
gobierno de aquí. Reacciona ante la presión ciudadana. Lo que ha ocurrido en
España no ha pasado en ningún país de Europa. En Europa había preferentes pero
no se habían malvendido.
¿Nos podemos fiar de una Unión Europea
que ha demostrado reiteradamente su dependencia y su miedo al poder de los
grandes grupos financieros?
No nos queda más remedio que fiarnos.
Por primera vez, la Comisión se ha plantado ante Apple, que representa a las
nuevas empresas que son los grandes poderes mundiales de la economía. La
comisaria de Competencia no es Juana de Arco. Ha actuado así porque tiene luz
verde del presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker. Recordemos que
Juncker fue el jefe del paraíso fiscal que es Luxemburgo y no debería haber
sido presidente de la Comisión, pero este escándalo era demasiado grande y no
podía obviarlo.
¿Por qué pasa todo esto? Si no hubiera habido paraísos fiscales nunca habría
habido preferentes en España. Muchos informes de la OCDE, del G-20 diciendo que
acabarían con los paraísos fiscales pero no hacían nada. Llega un momento en
que la gente protesta porque si estas empresas no pagan impuestos, los estados
no tienen dinero y recortan servicios.
Fuente: El Diario.es
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