Una comisión (la
de las Cajas) que sería pura dinamita política
Viernes, 24 de febrero de 2017
El propósito de Podemos de solicitar en
las Cortes de Castilla y León una comisión de investigación sobre el fiasco de
las extintas Cajas de Ahorro de la comunidad ha desatado simultáneamente las
alarmas en el PP y en el PSOE, que por la cuenta que les trae no desean de
ninguna manera que la iniciativa llegue a buen término.
No es para menos. La nómina de ilustres de ambos
partidos que se verían en el trance de tener que comparecer ante esa comisión
es tan amplia como selecta. Empezando por aquella pareja de hecho que formaron
el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, y el ex secretario
autonómico del PSOE y actual senador, Óscar López, máximos impulsores del
fallido proceso de fusión, quienes llegaron al extremo de promover conjunta y
públicamente el nombramiento de Evaristo del Canto como nuevo
presidente de Caja España-Caja Duero. Algo tendrían que decir asimismo el
vicepresidente de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez, ex
consejero de Caja Duero, el portavoz del grupo popular, Juan José Sanz
Vitorio, ex consejero de Caja Segovia, y el secretario del grupo socialista, José
F. Martín, ex consejero de Caja España.
Y sin salir de las actuales Cortes, sería ineludible
la comparecencia de otros tres destacados procuradores del PP: el burgalés Ángel
Ibañez, ex vicepresidente de Caja Burgos, el salmantino Salvador Cruz, ex
presidente de la Comisión de Control de Caja Duero, y la zamorana Rosa
Valdeón, ex presidenta de la Comisión de Control de Caja España. O sea, casi
nadie al aparato.
El problema del PP es que no puede impedir por sí
mismo la creación de comisiones de investigación, ya que, según el Reglamento
de la Cámara, las mismas se crean automáticamente salvo que exista mayoría
absoluta en contra. Y el problema del PSOE es que, por más que le reviente, no
puede oponerse a una comisión que incluso llevó en su programa electoral. Tampoco
puede hacerlo Ciudadanos, que por otra parte se vería en el brete de cumplir su
compromiso de exigir al PP que la presidencia de una nueva comisión de
investigación recaiga sobre un procurador de la oposición.
Y argumentar que ya existen dos comisiones para
oponerse a la creación de una tercera se sostiene muy malamente cuando una de
aquellas, la de la trama eólica y otros pufos asociados, lleva más de un año
bloqueada por la santa voluntad del PP. Veremos cómo se las arreglan entre unos
y otros para impedir una comisión que sería pura dinamita política.
Fuente: El Topillo
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