El Estado va a perder casi 1.000 millones en el rescate de Ceiss y su absorción prevista por parte de Unicaja. El Frob aclaró ayer la factura que pagará por el saneamiento de la entidad castellana y el dinero que no recuperará nunca.
El fondo público va a destinar 1.648 millones aproximadamente, de los cuales al menos 927 son a fondo perdido, pero la cantidad podría aumentar en otros 39 millones en función de la receta final del arbitraje de preferentes.
Del total, 1.129 millones ya han sido inyectados y se han anotado en la cuenta de irrecuperabilidad 525 millones. Las restantes ayudas se irán aportando en los próximos meses en el marco de la compra de Ceiss por el grupo andaluz. De ellos, un mínimo de 480 millones irán a parar a los bolsillos de los inversores de híbridos, de los que únicamente podrá recobrar 78 millones a partir de 2018.
Estos últimos recursos son las garantías que ha aprobado tanto el Frob como Bruselas para que Unicaja continuara con la operación y evitar así la nacionalización otra entidad. El director general del Frob, Antonio Carrascosa, defendió ayer este esfuerzo por parte de su institución por el interés en preservar la inversión de 604 millones que tiene en Ceiss su institución. Este dinero es el montante inyectado el año pasado en forma de bonos convertibles en acciones y que es único que parece claro que va a recuperar. Unicaja se ha comprometido a devolver esta cantidad en un plazo de cinco años.
Las ayudas adicionales han podido autorizarse sin necesidad de abrir un ajuste drástico extra en Ceiss debido a que la partida de 200 millones prometida el ejercicio pasado a la andaluza por los ajuste de valor en la transmisión de activos al banco malo o Sareb apenas se va a utilizar. Carrascosa explicó que sólo se usará un millón después del acuerdo alcanzado entre las partes.
Los 199 millones servirán para hacer frente al arbitraje de preferentes, cuya factura ascenderá a unos 160 millones, según estimaciones del Frob. En un principio, previeron 200 millones, después hasta 350 millones, pero el importe se ha reducido drásticamente por la baja adhesión de particulares a la oferta de Unicaja.
Ante esta escasa aceptación a la propuesta de la andaluza, que se ha quedado muy por debajo del 75% exigido para que la compra se aprobara de manera automática, el Frob ha tenido que destinar un máximo de otros 319 millones a la malagueña para afrontar las sentencias desfavorables por la mala comercialización de preferentes y subordinadas en Ceiss.
Para aumentar la adhesión, Unicaja abrirá un plazo de aceptación a su oferta de tres días próximamente. El periodo culminó hace diez días.
Unicaja, gracias a esta nueva aportación de garantías, ha decidido seguir adelante con la operación, pero ayer advirtió de que la compra se abortará si antes del 31 de marzo de este año no consigue la autorización formal de Bruselas al mayor ajuste de personal y oficinas de Ceiss.
Carrascosa quito hierro a este ultimátum y aseguró que se cerrará antes de los previsto. Sólo quedan que haya una autorización formal por parte de la UE.
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