Tras los vistos buenos del Banco de España y Bruselas, la fusión entre Unicaja y Banco Ceiss se cerrará antes de que acabe el mes.
La fusión entre Unicaja y Ceiss, el banco de Caja España-Duero, se ha convertido en un culebrón tras casi tres años de negociaciones. Sin embargo, las recientes autorizaciones del Banco de España y la Comisión Europea al proceso, dentro del límite que fijó la propia Unicaja (31 de marzo), hacen que por fin se pueda dar por sentado que se realizará la operación.
En su comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) cuando se aprobó la fusión con Ceiss, Unicaja Banco se mostraba categórico en lo que se refería a los plazos de la operación: “Si, llegado el 31 de marzo de 2014, no se hubiese obtenido tal aprobación [de todos los compromisos por las autoridades competentes], Unicaja Banco renunciará a dispensar la Condición de Aceptación Mínima del Conjunto de los Valores y la Oferta quedará automáticamente sin efecto”.
Sin embargo, la semana pasada tanto el Banco de España como la Comisión Europea daban su visto bueno al proceso, que conllevará un nuevo ajuste de Ceiss después de que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) haya otorgado unas ayudas adicionales de 241 millones de euros, destinados a hacer frente a las demandas de los afectados por las preferentes.
En concreto, la modificación del plan de resolución de Ceiss se basa en una serie de puntos: el volumen máximo de la cartera crediticia se reducirá un 10% adicional; el tamaño máximo del balance se reducirá un 15% adicional; la ratio objetivo de préstamos sobre depósitos será un 10% inferior a la prevista inicialmente en las regiones de principal actividad de Banco Ceiss; la reestructuración organizativa incluirá el cierre de un 5% más de oficinas y se mantendrá la disminución de plantilla prevista hasta el 31 de diciembre de 2014, si bien se realizará una reducción adicional del 5% antes del 31 de diciembre de 2016.
Asimismo, se imponen restricciones adicionales en materia de reparto de dividendos por Banco Ceiss durante el periodo de resolución.
La fusión entre Unicaja y Ceiss es uno de los últimos flecos pendientes del proceso de reestructuración y saneamiento del sector financiero impulsado por el ministro de Economía, Luis De Guindos. En el caso de que el proyecto no llegue a buen puerto, el FROB debería rescatar de nuevo a la castellana, con un coste aproximado de otros 1.000 millones de euros.
La entidad castellana ha costado 1.530 millones de euros a costa de los contribuyentes. Ya en 2010, la fusión de Caja España y Caja Duero recibió un rescate de 525 millones a través del denominado FROB 1, un desembolso que se realizó a través de un préstamo que en principio debía devolverse a unos intereses superiores al 7,5%. Sin embargo, esas ayudas se perdieron definitivamente cuando el fondo de rescate se vio obligado a recapitalizar la entidad de nuevo. En concreto, Ceiss recibió un segundo tramo de ayudas de 604 millones de las autoridades comunitarias (Mde), y que se instrumentó a través de bonos convertibles (CoCos).
A esta cifra se unen los 160 millones que el FROB se comprometió a aportar para compensar mediante un mecanismo similar al arbitraje a los afectados por las preferentes que aceptaron la oferta de canje de Unicaja, siempre que se demuestre que fueron engañados. Por último, el FROB aportará otros 241 millones como garantía para cubrir las demandas judiciales presentadas por los preferentistas, aunque en este caso por los que no aceptaron el canje.
Fuente de datos: El Boletín.com
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