El informe remitido la semana pasada al Congreso por una comisión independiente (con responsables de la CNMV, funcionarios autonómicos, consumidores?) revela que las tres entidades nacionalizadas colocaron sus preferentes y subordinadas de forma indiscriminada por todas las provincias españolas. Y eso, pese a que se trata de entidades nacidas de antiguas cajas de ahorros, con implantación en determinadas zonas de España.
El documento revela, por ejemplo, que las antiguas Caixa Galicia y Caixanova (germen de NCG) solo salvaron de la venta de este producto tóxico a clientes de Teruel y Soria. Y que, como era de esperar, el 90 % se vendió en Galicia, el territorio con mayor asentamiento y fidelidad de sus clientes: 104.000 afectados sobre 116.000 (aquí se suman pequeños clientes y grandes inversores). Y en esta comunidad, el 40 % estaban en la provincia de Pontevedra (Caixanova fue muy activa), lo que explica que el grueso de las protestas se concentren en ese territorio.
Bankia y Cataluña Banc
¿Qué pasó en Bankia o en Catalunya Banc? En esta última, algo similar al caso gallego: colocó en toda España, aunque el 80 % fue a su comunidad de origen. Lo de Bankia es otro asunto. Al ser una entidad con fuerte presencia en toda España (por Caja Madrid y Bancaja, sus cajas fundadoras), la comercialización estuvo más diseminada, aunque dos tercios se colocaron entre Madrid y la Comunidad Valenciana.
Por cierto, también hay afectados de Bankia en Galicia: 3.000 personas con preferentes o subordinadas.
Fuente de datos: La voz de Galicia
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