El lunes, el FROB anunció la venta de Catalunya Banc a BBVA. Con esta operación, la salida del Estado de las entidades nacionalizadas deja hasta la fecha un reguero de 31.000 millones de euros en ayudas irrecuperables. El Gobierno confía en que la desinversión en Bankia y BMN permita rescatar más de los 24.069 millones comprometidos en ambas entidades y mejorar de alguna manera un saldo hoy insatisfactorio cuando se evalúa desde la óptica del bolsillo del contribuyente.
Apenas se ha recuperado el 3% de lo aportado y van seis entidades o grupo de antiguas cajas subastadas: Catalunya Banc, Novagalicia -con Evo Banco y Banco Gallego, adjudicadas en procesos independientes-, la CAM, CCM, Unnim y Banco Valencia.
Para sofocar la mayor crisis bancaria que se recuerda, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha inyectado 61.495 millones de forma directa en capital desde 2009. Pero el auxilio no se quedó ahí. La cantidad excede los 62.100 millones cuando se agrega el coste probable de garantías que ha tenido que expedir el organismo para evitar que Unicaja diese al traste con la fusión de Caja España-Duero y para asegurar el éxito de la venta de Novagalicia y Catalunya Banc.
Entre las tres espera un impacto adicional de 628 millones por los blindajes ofrecidos al comprador frente a eventuales pérdidas en litigios con las preferentes, rupturas de acuerdos en bancaseguros o con la Sareb.
La factura es incluso superior y se va a 70.000 millones de euros si se añaden los 7.888 millones en pérdidas esperadas en carteras protegidas por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), si bien este último tramo correría a cargo de la banca y no el Erario público.
¿Qué se ha recuperado?
Y frente a ese esfuerzo continuo, ¿qué reversión se ha producido? De apenas el 3% de lo comprometido. Solo Caixabank ha devuelto íntegros los 977 millones otorgados a la absorbida Banca Cívica en ayudas. Banesco comprometió 1.003 millones por Novagalicia y BBVA hasta 1.187 millones por Catalunya Banc, pero cuando se depuran los avales que han acompañado las operaciones, el saldo final para el Estado empequeñece.
El mejor resultado de una desinversión se ha anotado en Bankia, también la benefactora del mayor talón de ayudas con 22.400 millones. La colocación en bolsa del 7,5% de su capital -el Estado controla todavía un 60,9%- aportó 1.304 millones, aunque el importe aún no ha ido a la caja del FROB y continúa en el balance de su matriz BFA, totalmente de propiedad pública.
Casi ocho de cada diez euros aportados para resolver las crisis de las cajas se han dilapidado en el reflotamiento de Catalunya Banc y Novagalicia, cuyos cimientos se construyeron en su día con fusiones instadas por los gobiernos regionales para evitar que cayesen bajo la órbita de entidades de otro territorio; y en la CAM, cuya gestión calificó como "lo peor de lo peor" el exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Ordóñez.
El mayor quebranto queda en Catalunya Banc, con pérdidas irrecuperables de 11.722 millones, aún así el desembolso de BBVA es positivo. Ha sido, sin embargo, el mayor desafío, porque su subasta se frustró en las dos ocasiones anteriores y el Frob ha tenido que escindir y vender al margen una cartera hipotecaria para asegura el éxito de la operación.
En Novagalicia se pierden 8.249 millones, y en la CAM otros 5.249 millones -excluye el blindaje del Fondo de Garantía a una cartera dañada de crédito-.
El FROB da por descontado la recuperación de los 2.176 millones aportados a Liberbank, Caja3 y BMN, y salir bien de Bankia. Para no incurrir en pérdidas en BFA-Bankia debe vender la participación por, al menos, 21.120 millones.
Fuente de datos: el economista.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario