Banco de Caja España de Inversiones, Salamanca y Soria, S. A., comercialmente llamado Banco Ceiss, ya está bajo el absoluto control de Unicaja. Quien hasta ahora era el segundo de a bordo de Braulio Medel en la entidad andaluza, Manuel Azuaga, es desde ayer el nuevo presidente del banco. La toma de control se ha hecho de forma no traumática y con un absoluto respeto y consideración hacia quienes hasta el día de ayer regentaban los destinos del banco formado por Caja España-Duero.
El proceso de absorción de Banco Ceiss por Unicaja ha sido tremendamente lento. Pero esta lentitud se ha debido única y exclusivamente a los continuos cambios de la legislación europea y española, no a entorpecimiento institucional alguno. Al margen de los cambios legislativos, Medel ha encontrado en todo momento una actitud colaboracionista tanto de las autoridades bancarias europeas como españolas, con el comisario Joaquín Almunia y el ministro Luis de Guindos al frente.
Azuaga, conciliador
Este espíritu colaboracionista también lo ha encontrado Braulio Medel en los gobiernos autonómicos de Andalucía y de Castilla y León y, sobre todo, lo ha encontrado en los responsables de la dirección de Banco Ceiss y Caja España-Duero, que han mostrado una lealtad digna de resaltar. Quizás es por esto por lo que Manuel Azuaga, el nuevo máximo responsable de Ceiss, siempre se ha mostrado favorable a contar con el concurso de algunos de los directivos de la entidad castellano-leonesa.
Además de Manuel Azuaga, que es presidente no ejecutivo, cargo que compatibilizará con el de vicepresidente y consejero delegado de Unicaja Banco, en el organigrama del nuevo banco figura María Luisa Lombardero Barceló, hasta ahora directora general de Planificación de Banca March, que es la nueva consejera delegada. Lombardero fue antes directora general adjunta de Cajasol, directora general de El Monte y subdirectora general de Banesto. El hasta ahora presidente de Banco Ceiss, Evaristo del Canto, ocupa el puesto de consejero ejecutivo y se hace cargo también de la presidencia de la Corporación Empresarial.
Cuatro castellano-leoneses y ocho andaluces
El Consejo de Administración pasa de cinco a doce miembros. Cuatro de ellos proceden de la antigua España-Duero. Además de Evaristo del Canto, han sido reelegidos el ingeniero superior informático Pablo Pérez Robla, el profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad de Salamanca José Ignacio Sánchez Macías y el catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Valladolid Alejandro Menéndez Moreno.
Los otros ocho proceden de Unicaja. Además de Azuaga, se sientan en el Consejo el director de la División de Secretaría Técnica de Unicaja Banco y catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga José Manuel Domínguez Martínez, la catedrática de Organización de Empresas de la Universidad Carlos III de Madrid María Zulima Magdalena Fernández Rodríguez, el consejero de Unicaja Banco y expresidentes de Cajalmería Antonio López López, el licenciado en Ciencias Políticas, Económicas y Derecho Manuel Muela Martín-Buitrago, la consejera de Unicaja Banco y catedrática de Economía Financiera de la UNED Petra Mateos-Aparicio Morales, el director adjunto de Banca de Inversión de Unicaja Banco Ángel Rodríguez de Gracia y el director de los Servicios Jurídicos de Unicaja Banco, Vicente Orti Gisbert, secretario no consejero.
La deuda pendiente
Desde hace varios meses, la dirección de Unicaja y los sindicatos tienen constituidas varias mesas de negociación en eras a establecer la reestructuración de la plantilla, que pasa por su reducción. Últimamente las negociaciones habían entrado en una fase de espera hasta que quedara formalizada la adquisición de Banco Ceiss. Culminado todo el proceso de la fusión, toca retomar las negociaciones.
Dos son principalmente los asuntos de los que discrepan Unicaja y los sindicatos: uno, las indemnizaciones a las jubilaciones anticipadas, y otro, la pretensión de la dirección de realizar una bajada generalizada del sueldo en un porcentaje que ronde el 5 por ciento.
Respecto a la primera medida, la oposición sindical se basa en la comparación con actuaciones similares en otras entidades, incluso las que han pasado a ser controladas por el Frob. En cuanto a la reducción salarial, los sindicatos no entienden este empeño al tratarse Unicaja de una entidad que no ha necesitado de ayudas públicas, que tiene los salarios más modestos del sector y que presenta unas cuentas de resultados que reciben el halago de todos. “Algo tendremos que ver los empleados con esas cuentas de resultados”, manifiestan de forma constante los representantes de los trabajadores.
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