Imagen del edificio que alberga la sede de Caja Duero en la plaza de los Bandos en Salamanca. - d.v.
Las empresas participadas en las que durante años se enrolaron Caja España y Caja Duero, las dos matrices de lo que hoy es el banco Ceiss, lastran ahora las cuentas de la nueva entidad, con un deterioro que ronda ya los 1.500 millones de euros, según destacan fuentes de Ceiss en Salamanca consultadas por DIARIO DE CASTILLA Y LEÓN / EL MUNDO/ DIARIO DE LEÓN.
Algunos de los ejemplos más significativos de este importante deterioro que para las cuentas de Ceiss están teniendo, todavía hoy, su incursión en estas empresas participadas, son los de Uralita, que le ha supuesto a España-Duero un desembolso de más de 50 millones de euros. Pero no es el único.
Ahí están también los casos de la compra de capital de la compañía aérea Air Nostrum, que generó un deterioro superior a los 100 millones de euros; el de la segoviana Dibaq Diproteg, con más de 50 millones; o el de la informática de Madrid, Diode España, que lastra las cuentas del banco de Caja España-Duero con otros más de 50 millones de euros.
A los que hay que añadir la aventura con Cap Cana en el complejo inmobiliario de lujo de República Dominicana, en el que se enroló Caja Duero allá por el año 2006 y que supone para el ahora banco Ceiss más de 50 millones de euros de lastre en sus cuentas.
Cifras a las que también habría que sumar los millones, por encima de los 20, que las dos Cajas, España-Duero, desembolsaron en el Grupo El Árbol, recientemente comprado por Dia, a través de la sociedad Madrigal, otrora participada por todas las cajas de ahorro.
Millones, todos ellos, que vienen de la gestión de la anterior etapa, en la que al frente de la dirección de las Participadas se encontraba Ventura Garzón.
El propio presidente de Banco Ceiss, José Manuel Azuaga, a decir de las mismas fuentes consultadas por este periódico, mostró su absoluta preocupación en los últimos consejos del banco, por este importante deterioro que para las cuentas suponían el cómo se había llevado la gestión de las participadas en toda la etapa anterior.
Gestión que, durante toda esa etapa anterior a la fusión con Unicaja, recaía en Ventura Garzón, como director de Participadas de Banco Ceiss.
Un Ventura Garzón que ahora, tras los cambios acometidos en la estructura jerárquica y funcional de Ceiss después de hacerse efectiva la absorción por parte de de la entidad malagueña que preside Braulio Medel, pasa a encargarse de la dirección de los activos, principalmente inmobiliarios, en venta.
Competencia que, precisamente, hasta ese momento llevaba directamente el director general de Ceiss, José María de la Vega, quien está imputado y ya ha tenido que declarar ante el Juzgado de Instrucción número 52 de Madrid por la compra del edificio Titán a la constructora Nozar, en una operación que según la instrucción se hizo muy por encima del precio de tasación oficial del edificio, con lo que supuso un «grave» —a decir de la instrucción— perjuicio económico para la entonces Caja Duero.
La preocupación del hombre de confianza que el presidente, Braulio Medel, ha puesto al frente de Banco Ceiss, viene a mostrar la importancia que la nueva dirección del banco da a cómo solucionar el deterioro que esta gestión de las participadas, llevada a cabo en la etapa anterior, provoca en las cuentas del banco de Caja España-Duero.
Fuente de datos: diariodeleon.es
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