martes, 7 de octubre de 2014

Los preferentes

 En los albores de 1.976, recién fallecido Franco, y siendo Presidente del Gobierno el Sr. Arias Navarro, apareció una gran pintada en Madrid, sobre unas largas tapias que había en la parte baja de la Avda. del Dr. Esquerdo. Digo gran pintada, porque cada letra tenía más de un metro de altura, se podía leer de lejos: “ EN ESPAÑA NO FALTA DINERO, SOBRAN SINVERGÜENZAS”. Treinta y ocho años después, no sólo sigue vigente  tal  afirmación, sino que han proliferado como hongos los sinvergüenzas. Los ladrones ya no son sólamente aquellos a quienes la necesidad les lleva a delinquir. La democracia nos ha traído una nueva clase “súper” que se lo lleva crudo, no por necesidad, sino por avaricia y, en muchos casos, con total impunidad.  Caras le salieron a “El Lute” las gallinas que robó para comer. A estos ya lo estamos viendo o lo veremos.

Da grima leer la extensa relación de  “beneficiados preferentes”. El dinero parece igualar a todos, la ideología y los principios se dejan a parte cuando la pasta y la buena vida se presentan así de asequibles y de impunes. A mí ya no me quedan dudas: la izquierda no es mejor que la derecha. Se proclama decente y honrada y guardiana de todos los valores humanos, hasta que tiene oportunidad de demostrarlo. En cuanto pilla poder, adiós principios, adiós decencia, adiós a todo. No son mejores que los demás. Y son burgueses y les gusta el lujo y la buena vida. Con qué facilidad olvidan a quienes lo pasan mal y dicen defender.  Y , como hemos comprobado y vivido, si les pilla gobernando una crisis, su nefasta gestión hace que la crisis se agrande.   Critico más a la izquierda porque es quien más pregona valores y quien más critica y fustiga a la derecha si los pisotea. Ya sabemos que, a la hora de la verdad, es igual que todos. Y siempre hemos esperado más de la izquierda en este sentido. Y no ha dado la talla. No PODEMOS confiar en ellos tampoco.

Esperemos las consecuencias de esta marranada, que no puede quedar impune. Hacienda y la Justicio tienen que ir a por estos “preferidos preferentes”.  La ruina que produjeron en la entidad financiera, el rescate necesario que hemos pagado todos,  la burla de las preferentes que supuso la pérdida de los ahorros de gente sencilla, de jubilados que fiaron su bienestar futuro colocando sus ahorrillos, esperando un justo beneficio, y los han dejado en la calle, esto no lo puede tolerar un país como es debido. Y  no podremos decir, ni pensar que hasta aquí hemos llegado. Dios sabe lo que nos quedará por  descubrir. Esto no acaba nunca, cada día un sobresalto. Y siempre la misma casta sinvergüenza por medio. ¡ Ya está bien!

Mandarlos a la cárcel sería un lujo. Desterrarlos al monte, aunque fueran las Hurdes, sería un paraíso para estos insociables, insaciables e insolidarios ladrones. Propongo unas casetas de obra en los Monegros, con unas vallas que mejoren las de Melilla con Marruecos y que purguen allí, por su vida incívica y egoísta. Que pongan un huerto y vivan de ello. Se humanizarían un poco, sabrían lo que es necesidad y mejorarían, probablemente, sus tasas de ácido úrico, colesterol y transaminasas. ¡ Muy saludable!. Y que devuelvan lo que se han llevado. Y al Sr. Blesa, a quien se le ocurrió la idea, seguramente que porque los tres millones y medio que cobraba de sueldo, más gastos, no le parecían suficientes, a este tio, si lo mandan por delante a preparar el “campamento”, con pico y pala,  la satisfacción sería generalizada. 

Escribió Pablo Neruda: “El fuero para el gran ladrón, la cárcel para el que roba un pan.” No le falta razón. 

Fuente de datos: salamancartvaldia.es

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