Un juzgado de Valencia ha condenado a Bankia a pagar 15.600 euros a un jubilado, "casi ciego y sordo", por haberle vendido preferentes sin haber cumplido con el deber de información inequívoca para un producto complejo.
Según ha informado el delegado de Ausbanc en Valencia, José Antonio Pérez Vercher, el Juzgado de Primer Instancia número 20 de Valencia ha estimado la demanda presentada por un jubilado "casi ciego y sordo".
La sentencia declara la nulidad de la compra de las preferentes y el posterior canje, condenando a devolver al cliente la cantidad invertida más el interés legal porque el cliente "presuponía que se "trataba de un producto sin riesgo".
La resolución judicial estima que el jubilado es un cliente minorista y presenta un nivel de estudios básicos, sin que Bankia "extremara las precauciones en cuanto a la información a dar" a este ahorrador.
El delegado de Ausbanc ha resaltado también que, en los fundamentos jurídicos, el juez ha estimado que, aunque el cliente hubiera contratado varias veces el mismo producto, no tenía "por qué saber qué tipo de producto estaba contratando".
En otra sentencia hecha pública por Ausbank, Bankia ha sido condenado a devolver 24.000 euros a una mujer jubilada que, junto a su marido actualmente fallecido, había comprado preferentes.
El Juzgado de Primera Instancia número 1 de Gandía ha declarado la nulidad de los contratos de suscripción de preferentes, valorados en 24.000 euros.
Los demandantes, clientes de la entidad bancaria durante más de medio siglo, alegaban que no se les informó sobre las preferentes, pues ellos creían que se trataba "de un producto similar al plazo fijo", de modo que, Bancaja "aseguró que el capital estaba garantizado y que era reembolsable con un preaviso de 5 días".
Consultada por EFE para que diera su versión de los hechos, Bankia no se ha pronunciado, ya que no ha encontrado la documentación sobre estos dos casos.
Fuente de datos: lasprovincias.es
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