lunes, 3 de noviembre de 2014

Una víctima de Biescas pierde 520.000 euros en Bankia

Santiago Murillo es ahora arquitecto en Pamplona. - Foto: SERVICIO ESPECIAL

La vida se le partió a Sergio Murillo en agosto de 1996, cuando solo tenía 16 años. El joven navarro perdió a sus padres y a sus dos hermanos pequeños, de 11 y 12 años, que pasaban las vacaciones en el cámping Las Nieves de Biescas. Pero no cubrió su cupo de desdicha. Tras ser víctima de la naturaleza y la mala plana planificación institucional, cayó en las redes de las preferentes de Bankia, por entonces (en el 2009) Caja Madrid. Ahora reclama a la entidad los 520.000 euros que invirtió, teóricamente con seguridad.
El juicio, como publicó Diario de Noticias, se celebró anteayer en el Juzgado de Primera Instancia número 6 de Pamplona, donde reside Murillo. En apenas media hora, el juez conoció de primera mano el testimonio del afectado, y un informe pericial, que el joven califica como "demoledor", en el que se recogía cómo le vendieron las participaciones preferentes y subordinadas sin documentación ni asesoramiento. De hecho, insiste el afectado, él pidió específicamente "una inversión segura", aunque diese poco rendimiento. Y como llevaba dos años tratando con el mismo director, se fió.
En la vista, sin embargo, no compareció este, teóricamente el testigo principal, el que indicaba el "firme aquí". Un empleado que, para más inri, conocía perfectamente la historia de Sergio Murillo, y sabía que los 520.000 euros --325.000 en obligaciones subordinadas-- eran dos tercios de la indemnización que recibió por quedarse solo en el mundo.
El suyo fue uno de los primeros casos de este tipo en la comunidad foral, como recuerda su abogada, Elena Melero. Pese a que ambos consideran que la técnica es claramente una estafa, que además ha añadido "más sufrimiento" a una vida ya de por sí complicada, han preferido ir por la vía civil. "Sopesamos ir por lo penal, pero aún estaríamos esperando a celebrar el juicio", explicaba ayer la abogada. Tampoco pensaron en una demanda conjunta, porque no conocían otros casos.
Además, la letrada no tiene mucha fe en las asociaciones, después de que consiguiera por sus medios, y tras diez años, la indemnización del Gobierno de Aragón y la Confederación Hidrográfica del Ebro para su cliente. Confía en que, esta vez, también se haga justicia con él y con el resto de afectados.
"Se tiene que acabar la sensación de impunidad en este país. Pero no basta con que lo devuelvan, los gobernantes tienen que castigar a estos estafadores", reclama.
Por el momento cuentan con buenos precedentes en casos como el de Murillo, donde los inversores no recibieron siquiera un folleto explicativo del producto de alto riesgo en el que estaban invirtiendo. La resolución judicial, esperan, llegará dentro de un mes, mientras el más de medio millón sigue invertido en unas opciones que ya apenas valen nada.
Fuente de datos: elperiodicodearagon.com

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