No cesa la lluvia de sentencias judiciales que considera ilícita la venta de aportaciones financieras subordinadas (AFS) de Fagor y Eroski. El juzgado de Primera Instancia número 5 de Vitoria, uno de los más pródigos en resoluciones condenatorias para las entidades financieras, dio ayer a conocer cuatro fallos en los que se declaran nulos varios contratos realizados por BBVA, Laboral Kutxa y Santander. El argumento vuelve a ser que las entidades no informaron a sus clientes de la naturaleza del producto que les estaban endosando, y que éstos carecían de la formación para embarcarse en aventuras de tal complejidad. Entre los demandantes que han visto atendidas sus peticiones está un exempleado de banca, un cajero prejubilado, «sin ningún conocimiento financiero ni jurídico salvo el propio de su trabajo» que fue «convencido» de la bondades de las subordinadas de Eroski y que ni leyó lo que firmaba «al fiarse del banco».
Las resoluciones, firmadas por el magistrado José Luis Núñez, se reiteran en la doctrina predominante: admitir la demanda de los afectados y condenar a las comercializadoras a devolver las cantidades invertidas al entender que son ellas, y no Eroski ni Fagor, quienes vendieron los títulos de modo fraudulento. Esto es, no actuaron con la «exigible y mínima transparencia», ni asesoraron «hasta la extenuación» a sus clientes en la adquisición de un producto «complejo y de riesgo». En los cuatro procesos se incide en el perfil inversor «no especulativo» de los afectados.
Además del cajero jubilado (que compró títulos por valor de 36.625 euros), el juez da la razón a un tornero de Fagor sin estudios «y sin ningún conocimiento financiero» que compró 42.975 euros en AFS de Eroski; y a un parado sin estudios que se hizo con títulos de Fagor por 30.000 euros. La sentencia más cuantiosa condena al Santander a pagar 84.584 euros a un inversor en Fagor.
Fuente de datos: el correo.com
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