El titular del Juzgado de Instrucción número 52 de Madrid ha archivado la instrucción que se seguía contra la cúpula de la antigua Caja Duero-España por los delitos de administración desleal, apropiación indebida y estafa en el denominado ‘caso Nózar’.
Según el auto judicial al que ha tenido acceso Efe, se considera que los delitos «no han quedado acreditados» y que se relacionaban con la compra a la constructora Nózar por parte de Caja Duero-España de un edificio en Madrid, por 55,8 millones de euros, un valor superior a su precio de mercado de entonces, cifrado por una tasación actual de Ceiss conforme a los valores de 2008 en 40 millones de euros.
El Juzgado imputó a la cúpula de Caja Duero-España: Julio Fermoso (presidente), Lucas Hernández (director general), a los directivos de la entidad, José María de la Vega, Antonio Sánchez y José Luis de la Mano Fornés; así como a los miembros del comité ejecutivo, Isaías García Monge, Juan Antonio Martín Mesonero, Vícto Pedraz, Gerardo Pastor y Juan Ramón Sagarminaga. También imputó a los hermanos Nozaleda, Juan Carlos y José Luis, propietarios de la constructora Nózar.
Sin embargo, ahora el auto dictado por el juez dice que la finalidad de las operaciones entre Caja Duero-España y Nózar buscaban «reducir deuda ante un inminente concurso de acreedores», que redujo la deuda de la constructora con la entidad crediticia de 120 millones de euros iniciales a 40.
Fuente: diariodeleon.es
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