El Estado echa cuentas de lo que está costando la reestructuración y rescate del mapa bancario español seis años después de iniciar ese proceso. Las ayudas financieras públicas inyectadas a bancos, cajas y la Sareb o banco malo en forma de capital a través del Fondo de Reestructuración (FROB) ascienden a 55.745 millones de euros. De esa cantidad, y según las cifras actualizadas este lunes por el Banco de España, se han recuperado 3.970, el 7,1% del total.
En concreto, el fondo de rescate nacional ha conseguido recuperar los 977 millones de euros que inyectó en Banco Cívica y que devolvió su actual propietario, Caixabank; ha obtenido un total de 783 millones con la venta de las acciones de Novagalicia, ahora Abanca; Liberbank reintegró los 124 millones en bonos convertibles («cocos») que recibió, y con la reciente enajenación de Catalunya Banc se embolsó 782 millones. A esas cantidades hay que sumar la venta de un 7,5% de BFA-Bankia por 1.304 millones a principios del año pasado, y que el FROB está pendiente de registrar en sus cuentas.
La cifra de casi 56.000 millones de euros en ayudas públicas comprometidas no incluye, en todo caso, ciertas garantías concedidas a algunos bancos para que comprasen algunas de las entidades rescatadas, como el esquema de protección de activos (epa) frente a las pérdidas de determinadas carteras crediticias otorgado a Banco Sabadell para quedarse con la CAM, o la protección económica dada a Banesco y a BBVA frente a los pleitos de las preferentes y las cláusulas suelo, entre otros, para que absorbiesen Novagalicia y Catalunya Bancrespectivamente. Esas garantías han ocasionado por ahora al Estado pérdidas por 1.768 millones de euros.
El coste del rescate del sector financiero nacional, sumadas las cantidades aportadas por los propios bancas mediante el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), asciende a 61.495 millones de euros. Ese fondo ha perdido 1.130 millones de los 1.803 que aportó para dar liquidez a las acciones procedentes del canje de preferentes de Novagalicia y Catalunya Banc. El FROB, por su parte, aspira a recuperar aún buena parte de esos casi 56.000 millones con la privatización de BFA-Bankia y de BMN, las dos cajas todavía propiedad del Estado, y la devolución de los bonos aportados a Ceiss —antigua Caja España-Duero— y Caja 3.
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