Son 1.441,4 millones de euros en total: 981,2 en deuda subordinada y 460,2 en participaciones preferentes. Este es el volumen de híbridos en circulación de Ceiss, el banco de Caja España Duero, de los que 1.010,7 millones están en manos de 36.923 pequeños inversores, según el informe de la Comisión de Seguimiento de Híbridos. Los particulares que compraron alguno de estos productos están de momento atrapados sin remedio. Ni tienen liquidez ni la tendrán a corto plazo.
Con fórmulas más o menos desfavorables, los dueños de preferentes y bonos subordinados de las entidades nacionalizadas –Bankia, Novagalicia y Catalunya Banc– han recibido o recibirán algún tipo de solución. El Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) comprará las acciones de las entidades gallega y catalana, aunque sea por un precio muy inferior a su nominal, y los afectados de Bankia pueden vender las acciones en Bolsa. Los alrededor de 470.000 perjudicados de estas tres entidades pueden además solicitar el arbitraje para recuperar el 100% de su inversión.
Los clientes con preferentes o deuda subordinada de Ceiss tienen un futuro más incierto. Ni siquiera pueden ir al arbitraje para recuperar su dinero, sólo tienen disponible la vía judicial.
Los afectados han recibido una carta en la que se les explica que, con fecha 27 de mayo, han recibido bonos contingente y necesariamente convertibles en acciones de Ceiss. Las quitas que han sufrido respecto a su inversión inicial oscilan entre el 10% de las emisiones de deuda subordinada y el 60,8% de una emisión de preferentes de Caja España vendida en noviembre de 2004.
Los exdueños particulares de preferentes y deuda subordinada han recibido a cambio unos 800 millones de euros en cocos. De entrada, pagan un 1% anual y se convertirán en acciones de Ceiss el 27 de mayo de 2015 como muy tarde. Así lo explican a los clientes en las sucursales de Caja España Duero.
Mientras, los grandes inversores con preferentes o bonos subordinados de Ceiss se han convertido directamente en accionistas de la entidad financiera. En función del instrumento, los descuentos han oscilado entre el 10% y el 70%, y a cambio de sus híbridos han recibido unos 137 millones de acciones de Ceiss. Aquí no ha habido cocos ni ningún paso intermedio: han recibido capital puro y duro. Sin embargo, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha librado, “por el momento”, de quitas a dos emisiones de deuda subordinada colocada entre inversores mayoristas por 250 millones con vencimientos en junio y diciembre de 2015.
La oferta de la entidad malagueña
Unicaja y Caja España Duero negocian su fusión desde hace dos años, y el acuerdo ya se da por hecho a falta de los últimos flecos, una vez que Bruselas y el Banco de España han aceptado el plan de recapitalización de Ceiss, condición indispensable marcada por Unicaja para consumar la absorción. Una de las claves todavía pendientes es que Unicaja disponga de un blindaje de hasta 200 millones de euros para hacer frente a las posibles reclamaciones judiciales de los dueños de los híbridos comercializados por Ceiss.
Unicaja se hará con el control de Ceiss con una oferta de canje. “La entrada de Unicaja en el accionariado de Banco Ceiss se produciría una vez finalizado el ejercicio de gestión de híbridos mediante una oferta de instrumentos de capital de Banco Ceiss por instrumentos similares de Unicaja Banco”, señala el banco de Caja España Duero en un documento enviado a la CNMV.
Así, los pequeños inversores que han recibido cocos de Ceiss podrán canjear esos instrumentos por cocos o acciones de Unicaja Banco. A partir de aquí, se abren varias posibilidades para dar liquidez a esos títulos, entre las que destaca la Bolsa. Fuentes financieras señalan que lo previsible es que esos instrumentos se tasen en el entorno de los precios recogidos en la resolución del FROB.
Fuente: CincoDías.
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