domingo, 9 de marzo de 2014

Directivos de Bancaja justifican las preferentes al no poder financiarse en los mercados

Aurelio Izquierdo y Fernando García Checa declararon ayer en la Audiencia Nacional ante el juez Fernando Andreu en la causa en la que investiga a los responsables de Caja Madrid y Bancaja que idearon la venta de participaciones preferentes a particulares. Los dos exdirectores generales de Bancaja y máximos responsables de la emisión de estos productos financieros justificaron su decisión, ya que la situación financiera de la caja valenciana era buena.

Fernando García Checa, director general de Bancaja hasta que le sustituyó Aurelio Izquierdo, aseguró que la situación de la entidad en 1998, momento en el que accedió a su cargo, era adecuada, ya que tenía unos recursos propios de 1.040 millones de euros y un crecimiento del 17% anual.

Asimismo, indicó, según fuentes jurídicas consultadas por Efe, que estos híbridos no se emitieron para mejorar sus ratios de solvencia y de capital, sino que fue una vía para poder seguir creciendo a ese ritmo, ya que las cajas tenían dificultades para obtener financiación por otra vía. De este modo, se pone de manifiesto que Bancaja utilizó para su crecimiento el dinero que captó con las participaciones preferentes vendidas a particulares ya que los mercados no les financiaban en la medida que requerían.

Preguntado por la Fiscalía Anticorrupción por el motivo de que se colocaran a minoristas, García Checa lo justificó diciendo que Bancaja no tenía entidad suficiente para hacerlo entre mayoristas, y puso como ejemplo que la entidad abrió una sucursal en Estados Unidos, pero que tuvieron que cerrarla porque la Reserva Federal no entendía cómo estaban configuradas las cajas de ahorro en España.

Durante las emisiones de preferentes de 1999 y 2000, Bancaja estaba en plena expansión de su red de oficinas y negociando la frustrada fusión con la CAM. El Plan Estratégico de Bancaja para el periodo 1998-2001 establecía la apertura de entre 100 y 200 oficinas que se añadirían las 741 que ya poseía. En el primer semestre del año 2000, Bancaja se alzó como caja de ahorros española con un mayor crecimiento en inversión crediticia al aumentarla un 21% frente al 17,1% de la media del sector. En este contexto fue en el que Bancaja recurrió a la emisión de las participaciones preferentes para particulares cuando, habitualmente, es un producto híbrido que se suele comercializar entre grandes inversores.

El papel de Izquierdo

Ayer también compareció ante el juez Fernando Andreu el exdirector general de Bancaja Aurelio Izquierdo, que firmó el folleto de emisión de estos productos en 1999 y 2000 en nombre de la filial Bancaja Eurocapital Finance SA, aunque el exdirectivo sostuvo que no intervino en la redacción de éste ni en la posterior comercialización de preferentes, según informan fuentes jurídicas.

En este sentido, Aurelio Izquierdo, que también se encuentra imputado en la Audiencia Nacional en la investigación abierta a la excúpula del Banco de Valencia por supuestas irregularidades en su gestión, añadió que tampoco participó en las negociaciones del folleto con la CNMV y que todo ello era competencia del entonces director general de Negocio y del área de Cumplimiento Normativo.

Izquierdo, que continúa trabajando para la Fundación Bancaja, recordó que las preferentes se emitieron desde las Islas Caimán, donde tenía su sede social la filial de la entidad, hasta que trasladó su sede en febrero de 2008.

El exdirector general de Bancaja, que ocupó su cargo hasta octubre de 2011 para luego desempeñar el de consejero delegado del Banco de Valencia, aseguró que cuando se emitieron las preferentes no hubo ningún problema y que el mercado secundario funcionaba correctamente.

Los dos exdirectores generales de Bancaja aseguraron en la Audiencia Nacional que no intervinieron en la emisión de preferentes de la entidad y que se produjeron cuando la situación de la entidad era buena y necesitaba de esta captación de nuevo dinero para seguir creciendo a buen ritmo.

Fin de los interrogatorios

Con estos dos interrogatorios, el juez Fernando Andreu concluyó ayer la ronda de declaraciones a quince miembros de las cúpulas de Caja Madrid y Bancaja en la investigación que les abrió por «idear» la emisión de participaciones preferentes, que inició el pasado lunes el expresidente de la primera entidad, Miguel Blesa. El exresponsable de la caja de la capital de España realizó las declaraciones más polémicas de esta causa cuando no mostró ni un atisbo de reconocimiento de culpa e incluso actuó con cierta reprimenda hacia los propios perjudicados.

Culpó ante el juez a los damnificados de «no leer bien lo que firmaban» y responsabilizó al área de marketing y las oficinas de la forma en que se colocaron los productos. «No podemos pensar que un (inversor) minorista es un ignorante financiero y tampoco que un jubilado que cobra una pensión es un ignorante», aseveró.

Fuente de datos: lasprovincias.es

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