Una vez finalizado el proceso de compra de Banco Ceiss, Unicaja quiere retomar la mesa laboral que mantiene abierta con los sindicatos para negociar un plan de ajuste, aparcada desde finales de 2013. La entidad financiera se reunió ayer con las cuatro centrales sindicales presentes en la misma –CCOO, UGT, Csica y Secar– después de haberlos convocado por sorpresa en la tarde del pasado miércoles. No fue una reunión formal con orden del día, sino una toma de contacto para volver en los próximos días a la negociación, según explicaron a este periódico fuentes sindicales.
La posición de los representantes de los trabajadores es la misma que en diciembre. Primero, afirman no entender que Unicaja quiera aplicar un plan de ajuste cuando presenta excelentes números en su balance. Segundo, señalan que todas las medidas que Unicaja pretenda adoptar deben ser «de carácter voluntario» y reversibles en el tiempo» para la plantilla, compuesta por algo más de 4.400 empleados.
«No hemos quedado en vernos en ninguna fecha aunque lo lógico es que se pongan en contacto con nosotros la próxima semana para reunirnos de nuevo», comentaron las fuentes consultadas.
En las últimas reuniones de la mesa laboral, Unicaja ofertó formalmente un cupo de 350 prejubilaciones y una rebaja estructural del 5% en el salario de los que se queden (sin mecanismo de recuperación de sueldo). Unicaja también introducía que, en los salarios de 50.000 a 75.000 euros anuales, un 2,5% de la retribución sea variable en función de objetivos, porcentaje que llegaría al 5% en el tramo de 75.000 a 100.000.La entidad abogaba además por la supresión de las aportaciones adicionales al plan de pensiones. En cuanto a las desvinculaciones, las prejubilaciones para mayores de 57 años se mantenían en porcentajes del 58% al 63% y se abría la vía de bajas incentivadas para menores de 57 años, con 30 días por año.
Los sindicatos, por su parte, presentaron seguidamente una contraoferta de medidas voluntarias donde se elevaba la edad para las prejubilaciones desde los 57 hasta los 63 años. Cada empleado que se acogiera a esta opción cobraría entre un 75% y un 81% del salario neto. También se contemplarían medidas de bajas incentivadas de 45 días por un máximo de 42 mensualidades trabajadas. Y habría una prima adicional de 5.000 euros por cada tres años trabajados en la entidad. Asimismo, planteaban entre otros puntos excedencias de hasta dos años cobrando un 30% del suelo o un mínimo de 1.000 euros mensuales.
Los sindicatos también solicitaron a Unicaja una evaluación del impacto económico de sus medidas propuestas, para comprobar si se ajustan a ese 20% de reducción de costes laborales –equivalente a 51 millones de euros– que la entidad pretende alcanzar en un plazo de dos años.
El sindicato Comfia CCOO criticó ayer que Unicaja mantenga su plan de ajustes de gastos de personal, y consideró «innecesarios» los «recortes» ante sus buenos datos económicos. En un comunicado interno, indicó que Unicaja pretende «volver a la carga con la rebaja de costes salariales» y recordó que la entidad registró 107 millones de beneficios en 2013 y un ratio de eficiencia real del 34,6%, la mejor del sector. Según CCOO, los sueldos y salarios ya han bajado un 3,46% y otros gastos de personal un 13,25%.
Si Unicaja «quiere rebajar los costes salariales, tiene en su mano una herramienta, como sería implementar un plan de prejubilaciones para aligerar sus costes de personal», opinó.
Fuente de datos: laopiniondemalaga.es
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